DERMATOLOGÍA
Esto es lo que recomienda una pediatra para tratar el acné en adolescentes
El acné juvenil suele mejorar con la edad, pero en la etapa adolescente para muchos chicos y chicas supone un problema que afecta a su autoestima. Te explico cómo trato este tema en mi consulta como pediatra.
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El acné juvenil es un problema que atormenta a miles de adolescentes. Es una enfermedad de la piel que afecta a más del 85% de adolescentes y aunque la mayoría de casos mejoran con la edad puede ocasionar un gran impacto en la autoestima, calidad de vida y relaciones sociales de estos pacientes, además de poder causar cicatrices visibles y permanentes.
Por ello, aunque los granitos del acné en esta etapa de la vida son normales y esperables debemos enseñar a los adolescentes que lo padecen a cuidar la piel y tratarla correctamente para evitar el empeoramiento de las lesiones y evitar las marcas permanentes.
¿Por qué algunos jóvenes tienen acné y otros no?
El acné se debe a la obstrucción de unas glándulas que se encuentran en los folículos pilosos (donde nace el vello): las glándulas sebáceas. Estas glándulas se encargan de producir el sebo que en condiciones normales sale a la superficie para proteger la piel creando una barrera grasa.
Cuando llega la pubertad, algunas hormonas (como los andrógenos) aumentan la producción de sebo de estas glándulas ocasionando que los conductos por donde sale a la piel se obstruyan dejando atrapadas algunas bacterias de la piel en el poro y produciendo una inflamación (grano).
Las zonas donde más lesiones acneicas aparecen son el rostro (99%), la espalda (60%) y en menor medida los hombros y el pecho. Aunque la aparición del acné depende de muchos factores, la herencia genética juega un papel fundamental y se conocen muchos factores que lo empeoran como el estrés, el síndrome premenstrual, algunos alimentos, algunos medicamentos (como los corticoides), la humedad o la utilización de mascarillas
¿El acné es una enfermedad?
El acné es una de las enfermedades de la piel más frecuentes. La frecuencia del acné entre los adolescentes españoles entre 12 y 18 años es del 74% (con un máximo entre los 14 y 16 años).
Las chicas comienzan antes con el acné (alrededor de los 14) y su duración es un poco más larga. Sin embargo los chicos empiezan más tarde (alrededor de los 16) pero suelen presentar formas más graves.
Tipos de acné
Según la lesión que se produzca el acné se clasifica en tres tipos:
- Comedoniano: Cuando no hay inflamación en la piel pero el poro está obstruido se pueden observar puntos blancos o espinillas (cuando el poro está cerrado) o puntos negros (cuando el poro está abierto y dilatado y el sebo retenido se oscurece).
- Pápulo- pustuloso: Hay predominio de granos rojos, inflamados, en ocasiones con pus en la punta aunque son superficiales. Pueden ocasionar dolor y dejar cicatrices visibles según la respuesta de cada individuo.
- Nódulo- quístico: Es la forma más grave del acné ya que aparecen bultos grandes, rojos y duros en capas más profundas de la piel que producen dolor y lesiones quísticas. Con frecuencia dejan cicatrices.
En la mayoría de ocasiones, las tres formas de acné se mezclan en la misma persona ocasionando el acné vulgar o polimorfo.
Recomendaciones pediátricas para dolescentes con acné
- Adecuada higiene facial: El cuidado del acné comienza por llevar a cabo una adecuada limpieza de la piel, siempre dos veces al día con jabones suaves y seborreguladores específicos para pieles acneicas que no irriten la piel.
- Nunca manipular los granos: Aunque a veces la tentación puede ser grande, esta es una de las principales recomendaciones para evitar cicatrices y manchas permanentes ya que al apretar los granos la inflamación aumenta y puede producirse una infección.
- Evitar ciertos alimentos que empeoran el acné: Aunque no hay evidencia científica de que ningún alimento empeore el acné muchos adolescentes relacionan el consumo de alimentos con alto contenido en azúcar, ultraprocesados o los lácteos con la aparición de más granos.
- Utilizar cosméticos oil free: Todas la cremas, maquillajes o productos cosméticos deben ser no comedogénicos. En el caso de usar maquillaje es muy importante su retirada antes de dormir.
- Uso de tratamientos tópicos de recomendación médica: Existen algunas cremas y geles que recetadas por el pediatra pueden mejorar las lesiones en el acné leve-moderado utilizadas siempre después de una adecuada limpieza como los retinoides, el peróxido de benzoilo o los antibióticos según el tipo de lesiones.
- Ser constante con el tratamiento: Uno de los factores más importantes en el fracaso de los tratamientos contra el acné es la falta de constancia de los adolescentes en el cuidado de la piel puesto que la mejoría suele aparecer a los 2 meses del tratamiento. Por eso es importante insistir e informar para no crear falsas expectativas.
- Acudir al dermatólogo ante casos graves: En el caso de fracaso con los tratamientos habituales o de acné grave se debe consultar con un especialista que puede indicar tratamientos orales más agresivos como antibióticos o la isotretinoina que precisa de controles por el riesgo de efectos secundarios que presenta.
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