PRESIÓN ESTÉTICA
Las expertas alertan de los riesgos del Texture Fear: El miedo a una piel con poros
La presión social y las imágenes que se difunden en redes tienen un fuerte impacto en la forma en cómo nos vemos al espejo. Te explicamos qué es el Texture Fear y porque ha calado con fuerza, sobre todo en la generación joven.
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Desde la época del Antiguo Egipto hasta ahora, el ser humano ha tenido un especial interés en modificar su imagen, utilizando procesos más o menos intervencionistas sobre su cara, con el fin de conseguir un aspecto afín a los cánones de belleza. Una presión social que, por norma general, ha tenido siempre más impacto en la población femenina. Cada época ha tenido su propio ideal de belleza, ya que este ha ido evolucionando a medida que lo hacía la misma sociedad. Los egipcios se maquillaban los ojos para embellecerlos, durante el Renacimiento las caras tenían que ser blancas para denotar pulcritud, en la Edad Media se alejaban de los artificios para no alterar la creación divina y en la actualidad hay una tendencia en evitar los cambios naturales de textura en la piel: arrugas, granos, poros dilatados, entre otros. Este último fenómeno, cada vez más generalizado por la difusión en redes de imágenes retocadas, ha sido denominado Texture Fear por las expertas de Pure Skincare Cosmecéutica.
El Texture Fear tiene riesgos y nos puede llevar a la frustración, ya que no es posible frenar todos los cambios naturales que ocurren en la piel debido a los inevitables procesos hormonales, el envejecimiento de los tejidos y a factores externos. De hecho, Marta Agustí, directora técnica de Boutijour, alerta: "Una piel, por muy perfeccionada que esté, siempre tendrá rasgos, volúmenes y textura. Podemos tratar de pulirla, se podría decir, pero nunca se nos va a quedar lisa como la de una muñeca, porque no sería realista".
Los riesgos del Texture Fear
El fenómeno del Texture Fear está muy presente en la sociedad digital, con la tendencia al alza de las rutinas faciales y con el incremento de perfiles populares que muestran un rostro sin imperfecciones mediante imágenes editadas. "Llevo un tiempo identificando que las famosas e influencers rehúyen de mostrar la textura de su piel, a veces, hasta límites tan insospechados que revelan una piel irreal", así lo confirma Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. Además, añade: "pueden llevar a la sensación de que la piel puede ser perfecta y completamente lisa cuando esto no es posible, pudiendo impactar incluso en las jóvenes generaciones". Como bien explica la experta, este fenómeno impacta de forma directa a los y las adolescentes, que son personas que suelen tener más inseguridades y sobrellevar peor la presión social, por el hecho de estar en una etapa vital de cambio físico e identitario. Esto los hace más vulnerables a estos inputs influenciados por el Texture Fear y puede fomentar una autoexigencia y percepción distorsionada de su propio rostro que les lleve a tener conductas y pensamientos perjudiciales para su salud.
Por otro lado, Mireia Fernández, directora técnica de Omorovicza, explica que el Texture Fear puede llevar a asumir prácticas que aceleran el deterioro de los tejidos. Ya que, el hecho de no querer mostrar la fisonomía real del rostro, en algunos casos, implica aplicar en exceso productos cosméticos faciales. "Llevar aplicadas excesivas capas de maquillaje, se crea una sensación de rostro apagado o este se deteriora si no se hace una correcta doble limpieza diaria y exfoliación periódica", explica.
La importancia de una buena praxis
Para evitar las consecuencias del Texture Fear, es necesario que la población sea consciente de la presión social que hay detrás de este miedo. Así como, es relevante, según confluyen las expertas, que se usen productos de calidad que no sean nocivos para la piel y llevar a cabo buenas prácticas de rutina facial: limpiar y exfoliar periódicamente para evitar tener restos de maquillaje o suciedad.
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