LIMPIEZA PROFUNDA

La forma de tus poros indica qué le ocurre a tu piel

La aparición de poros en la piel, especialmente en el rostro, puede estar caudada por distintos motivos y, precisamente, esa causa acabará por determinar incluso su forma. Llevar a cabo una profunda limpieza de los poros es importante para mantener la piel limpia y evitar la acumulación de suciedad, aceite y células muertas que pueden obstruirlos.

Parte del rostro de una mujer

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La piel humana está cubierta por millones de poros, pequeñas aberturas en la superficie que desempeñan un papel vital en la salud y el equilibrio de nuestra piel. A pesar de su función natural, pueden llegar a ser problemáticos cuando se obstruyen con suciedad, células muertas y exceso de sebo, además de tomar una apariencia distinta con el paso del tiempo.

La limpieza regular de los poros, junto con una buena rutina de cuidado de la piel, puede ayudar a mantenerlos libres de obstrucciones y reducir su apariencia, aunque antes de nada, lo primero que debes saber es qué tipo de piel tienes y porque tus poros, sobre todo los de tu rostro, se han hecho especialmente visibles. Ese motivo lo vas a descubrir fijándote en su forma, ¡así que plántate delante de un espejo y analiza tu cara!

¿Qué forma tienen tus poros? Así debes cuidar de ellos

En forma de Y o X

Con el paso del tiempo, nuestra piel va cambiando. Los años la van transformando y la degeneran, favoreciendo la aparición de los temidos signos de la edad. Este proceso natural causa ciertos estragos más allá de arrugas, pues la dermis pierde elasticidad y firmeza. Precisamente, esa falta de elasticidad debido al envejecimiento es la que provoca que tus poros presenten una forma Y o X.

Es fundamental cuidar la piel durante toda la vida, tanto con cosméticos y sustancias como el ácido hialurónico, como con rutinas de vida saludables. También son imprescindibles los productos hidratantes, así como el uso de factor de protección. No te olvides de cuidar de tu alimentación y de realizar ejercicio de forma regular, ¡todo tiene efectos!

En forma de I

No solo nos sentimos cansados, nuestro cuerpo refleja la deshidratación de muchas otras formas, una de las más visibles es la piel. La dermis pierde brillo y reducimos considerablemente su buena apariencia, pues pasamos a lucir una superficie apagada sin nada de vida. Precisamente, esas personas que presenten una falta de elasticidad por hidratación, verán como sus poros tienen forma de I.

Entre lo que podemos hacer para solventar este problema y cuidar la barrera protectora, encontramos en primer lugar una correcta hidratación, pues tenemos que beber al menos 1,5 litros de agua al día. Existen productos específicos para hidratar la piel, como cremas y aguas micelares que deberías incluir en tu rutina. Además, come alimentos ricos en agua y evita exponerte a condiciones muy calurosas o muy frías.

En forma de O

Por último, otro de los patrones -y el que quizás es el más común en la mayoría de rostros- es la forma de O. Los poros que toman este formato circular aparecen en la piel debido a un exceso de sebo. Las partículas que vuelan por el aire, la contaminación, el maquillaje y el sudor son algunas de las sustancias que calan en nuestra piel y la ensucian más.

Esta grasa se acaba acumulando en los poros del rostro, haciendo especialmente visible estas pequeñas cavidades y llenando la cara de puntos negros y granos. No mantenerla bien puede causar acné u otros tipos de trastornos térmicos que necesitan tratamiento. Por ello, es fundamental saber cómo desobstruirlos correctamente.

Cómo llevar a cabo una limpieza profunda de poros

Se recomienda llevar a cabo esta rutina al menos una vez a la semana, y cada quince días en aquellas pieles más delicadas. Lo primero que debes hacer es eliminar toda la suciedad superficial con un limpiador adecuado a tu tipo de piel, sin que sea demasiado agresivo.

Después, ayudaremos a destapar parcialmente los poros con un exfoliante y permaneceremos durante 10 minutos ante un recipiente con agua caliente, para abrir aún más los poros con el vapor.

Ahora nuestro rostro está listo para que se le aplique una mascarilla de arcilla, la mejor opción para absorber toda la grasa y suciedad de los poros. Transcurrido el tiempo de aplicación, usa un tónico facial para cerrarlos y completar el proceso, y no te olvides de tu crema hidratante de confianza para calmar la piel tras el intenso tratamiento.

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