RUTINA FACIAL CÍCLICA

El impacto del ciclo menstrual en la piel: cuidados recomendados por expertas

Expertas en dermocosmética explican cómo adaptar la rutina facial a cada etapa del ciclo para mantener una piel luminosa, hidratada y equilibrada.

Mujer mirándose en el espejo

Mujer mirándose en el espejoFreepik

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Dos efectos muy evidentes acompañan a muchas mujeres en la menstruación: uno emocional y otro físico. En primer lugar, el estado de ánimo suele verse alterado por los cambios hormonales. De pronto, lloramos con vídeos tiernos, reímos con chistes malos o nos enfadamos sin un motivo claro. A esto se suman los clásicos antojos por alimentos poco saludables, como el chocolate, los fritos o los dulces.

En segundo lugar, está el impacto físico, especialmente visible en el rostro. Durante los días de regla, además de estar más cansadas de lo normal, también notamos una piel apagada y pálida, con granitos, más ojeras e incluso una textura rugosa. Como explica Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, "no se habla tan claro de cómo el ciclo menstrual también tiene un claro reflejo en nuestra piel, más allá de los granitos que nos pueden salir unos días antes de que nos venga la regla".

Por eso, en este artículo vamos a explorar qué cuidados específicos podemos adoptar en cada fase del ciclo menstrual para ayudar a nuestra piel a lucir mejor y combatir las imperfecciones que nos aparecen durante esos días.

Mujer mirándose en el espejo
Mujer mirándose en el espejo | Pexels

Fase menstrual: cuidado e hidratación ante la sensibilidad de la piel

Durante la fase menstrual, que transcurre aproximadamente del día 1 al 5 del ciclo, es habitual que la piel se perciba "más sequita, sensible y con un aspecto apagado", tal como explica Mireia Fernández. Esta sensación se debe a la fuerte disminución de los niveles de estrógenos y progesterona, lo que provoca que "la barrera de nuestra piel está más propensa a irritación y a la deshidratación", añade la experta.

Por ello, durante los aproximadamente cinco días que dura esta fase, se recomienda usar productos con alta capacidad hidratante. Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode, sugiere incorporar activos calmantes como la centella asiática, conocida por sus capacidades antioxidantes, antiinflamatorias y reafirmantes, el pantenol, ideal para suavizar y mejorar la apariencia de la piel, o la niacinamida, que ayuda a combatir el acné y controla el exceso de grasa.

En la misma línea, Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, recomienda "hidratar mucho con agentes como el ácido hialurónico", y prefiere las exfoliaciones suaves a base de gluconolactona frente a ácidos más agresivos, para evitar irritaciones innecesarias.

Fase folicular: activación y luminosidad para la piel

Durante la fase folicular, que abarca aproximadamente del día 6 al 13 del ciclo, los niveles de estrógenos comienzan a aumentar de forma progresiva. Este cambio hormonal se refleja en la piel, que se muestra más hidratada, firme y luminosa.

Gracias a la mayor tolerancia cutánea, es el momento ideal para incorporar tratamientos más activos en la rutina de cuidado. "En esta etapa podemos introducir cosmética más activa, como el ácido glicólico en lugar de la gluconolactona, para mejorar la textura y aportar luminosidad", recomienda Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari.

Por su parte, Mireia Fernández sugiere incorporar ingredientes como "la vitamina C, el retinol y los péptidos, que estimulan la síntesis de colágeno y elastina". Estos activos no solo mejoran la firmeza, sino que también favorecen la regeneración celular, optimizando el estado general de la piel en esta fase del ciclo.

Mujer aplicándose crema hidratante
Mujer aplicándose crema hidratante | Pexels

Ovulación: el momento de mayor esplendor para la piel

La ovulación, que generalmente ocurre en el día 14 del ciclo, marca uno de los puntos más altos en la salud y apariencia de la piel. En esta breve, pero poderosa fase, los niveles de estrógenos llegan a su punto más álgido, lo que se traduce en un rostro más jugoso, firme y radiante.

Dado que esta etapa es muy corta, se recomienda mantener la rutina de cuidados iniciada durante la fase folicular, enfocada en activos antioxidantes y regeneradores que potencien el buen estado de la piel.

Fase lútea: equilibrio y control del sebo

La fase lútea, que abarca desde el día 15 hasta el final del ciclo (día 28), está marcada por un incremento de la progesterona. Este cambio hormonal puede tener efectos visibles en la piel. "La piel tiende a volverse más grasita y propensa a brotes de acné", explica Isabel Reverte. Por ello, la experta recomienda ajustar la rutina cosmética y señala que "lo ideal es bajar el volumen de lípidos y apostar por cremas ligeras y sin aceites".

Durante esta etapa, el foco debe estar en el control del sebo y la prevención de imperfecciones. En este sentido, Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode, aconseja "incorporar ingredientes seborreguladores como el ácido salicílico, la niacinamida y el zinc y evitar aceites porque nos ayudarán a prevenir la obstrucción de los poros y que nos salgan granitos".

Mujer con un producto cosmético
Mujer con un producto cosmético | Pexels

Los imprescindibles durante todo el ciclo: cuidados que no deben faltar

Más allá de las particularidades de cada fase del ciclo menstrual, hay productos que deben mantenerse de forma constante en la rutina facial. En esto, las expertas coinciden: hay ciertos productos que son innegociables para preservar la salud y el equilibrio de la piel.

  • Productos hidratantes. Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour, lo deja claro: "La hidratación es esencial para preservar la función barrera y equilibrar la piel". Independientemente del momento del ciclo, mantener la piel bien hidratada ayuda a fortalecerla y prevenir desequilibrios.
  • Retinoides y vitamina C. Dos activos estrella que no deberían faltar en la rutina, según la misma experta. "Además de mejorar la textura de la piel, también son dos de los mejores ingredientes antiedad", afirma Garín. Su uso regular favorece la regeneración celular, combate el daño oxidativo y mejora la luminosidad.
  • Exfoliación. Según Isabel Reverte, la exfoliación es otro paso clave. Eso sí, explica que "debe adaptarse a cada fase, más suave durante la menstruación y más intensa en la fase folicular". Elegir el tipo de exfoliante correcto en cada momento es clave para evitar irritaciones y potenciar resultados.
  • Protección solar. Tanto Mireia Fernández como Patricia Garín coinciden en la importancia de la crema de sol. Ambas recalcan que se trata de un paso imprescindible para "evitar la aparición de manchas y frenar el envejecimiento prematuro". Usarlo a diario, incluso en días nublados, es la mejor defensa contra el daño solar.
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