EVITA EL EFECTO JOKER
Mascarilla y pintalabios, ¿son realmente incompatibles?
Seguramente viste la película Joker y te gustó pero de ahí a que ,quieras emular a Joaquin Phoenix, hay un abismo.
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Vas a salir de casa y te pones tu labial favorito. Y después, la mascarilla de rigor y solo cuando estás en la calle y la cosa ya no tiene remedio te percatas de que vas a impregnar la mascarilla, sea de tela o higiénica, con el pintalabios. Quizás por eso te miran por la calle, porque ya lleves la mascarilla como si fueses Phoenix en Joker.
¿Suena a película de terror, verdad? En efecto, lo es: es muy difícil ponerse este verano pintalabios, más que nada, porque la boca no se nos ve. Pero tranquila, que tenemos soluciones para todo.
Y esa solución se llama labiales permanentes: afortunadamente, la cosmética ha evolucionado no son aquellos de hace unos años que te los ponías y en efecto, no se iban en todo el día, pero te dejaban los labios secos como la mojama y casi cuarteados.
Los que puedes encontrar actualmente en el mercado son mucho más jugosos obteniendo igual resultado: no irse durante horas y no manchar ni la taza de la que bebes ni el interior ni exterior de la mascarilla. El secreto para aplicarlos es tener los labios bien hidratados primero. “Debes elegir un producto de calidad, que fije pero que a la vez cuide e hidrate la piel de una de las partes más finas y sensibles de nuestro cuerpo, los labios”, dicen en Camaleon Cosmetics. Esta firma española vende varios labiales que además, reaccionan con la humedad de la piel cambiando de color a diferentes tonos en función de tu pH.
¿Cuánto suelen durar estos cosméticos? Pues depende del modelo, no está calculado matemáticamente pero su permanencia puede ir de las 8 a las 24 horas. Como te decimos, al ser permanentes y aunque hayan evolucionado mucho desde los primeros, hay que aplicarlos con los labios hidratados. Y lo mismo sucede a la hora de desmaquillarse: no vale cualquier cosa.
¿Qué puedes utilizar? Un desmaquillante especial para maquillaje waterproof o uno que tenga base oleosa (tienes incluso en el mercado aguas micelares con aceite de almendras). Básicamente, la técnica es nutrir para desmaquillar y por eso los aceites y desmaquillantes oleosos son los más efectivos.
Otra posibilidad es utilizar un exfoliante suave que te ayudará a retirar los restos. Eso sí, retira los restos de forma delicada para no dañar tus labios: es un maquillaje persistente (por eso dura tantas horas), pero no se trata de dejarte los labios cuando te estés desmaquillando. Hazlo con suavidad y si ves que se te quedan los labios secos, aplica un producto nutritivo o incluso, aceite de argán directamente.
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