Champú en seco, ¿merece la pena? Analizamos los resultados

No siempre andamos bien de tiempo para lavarnos el pelo (bueno, en realidad muy pocas veces andamos bien de tiempo, para ser honestas). Una salida imprevista de última hora y tú con esos pelos (y las manecillas del reloj que corren); una cita en el trabajo y 20 compromisos antes… Sea como fuere, es cierto que el champú en seco ha venido a solucionar estas situaciones. Pero, ¿merece la pena? Y, ¿cómo queda el pelo tras su uso?

Pero contemos primero cómo se aplica: es la mar de sencillo. Lo pulverizas sobre tu pelo a la distancia que te indican en las instrucciones (suelen ser unos 20 centímetros). Verás que te quedara un polvillo blanco (de hecho es idóneo si quiere imaginarte con pelo gris); remueve tu cabello hasta que ese polvo se elimine y voilà.

Notarás que el pelo, al tacto y visualmente, está mucho más limpio y ese efecto te durará todo el día, no es necesario que repitas el tratamiento. Por ejemplo, también viene bien su uso si tienes el pelo teñido porque ya sabemos que los lavados hacen que el color artificial se vaya antes: es una forma de alargar la vida del tinte.

En definitiva, es una fórmula que te permite espaciar los lavados (que, vamos a no engañarnos, tampoco es bueno lavarse el pelo todos los días). Además, la mayoría de los comercializados tienen sus ingredientes (o una gran parte) de origen natural, con lo cual, son aptos para cueros cabelludos sensibles. Los hay que tienen yuca y otros que tienen su fórmula base en el almidón de arroz, como ves, productos totalmente naturales.

¿Qué crítica se le puede hacer? Una que notarás nada más aplicártelo: la mayor parte de las referencias del mercado reduce el brillo natural del cabello y hace que se vea mucho más opaco, pero, en caso de urgencia, este es un mal menor.

Puedes utilizarlo durante días seguidos pero no conviene abusar, porque podría acabar cubriendo los poros del cuero cabelludo o incluso, engrasarlo más y acabar generando problemas de caspa o escamación.

Así que ya sabes: champú en seco en caso de urgencia, totalmente recomendable. Pero utilizarlo a diario y que entre a formar parte de tus rutinas de belleza, casi que no.