ENVEJECIMIENTO PREMATURO
Qué es el Síndrome del 'tech neck' y cómo tratarlo
Los cuellos jóvenes pueden llegar a mostrar un envejecimiento prematuro por el uso excesivo de las tecnologías.
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Al vivir continuamente conectados mantenemos una postura forzada de forma continuada, lo que provoca una tensión constante en la zona al levantar y agachar la cabeza y encoger el cuello. Es lo que se conoce como el síndrome del ‘tech neck’ o envejecimiento tecnológico.
Es el gran síntoma de la generación digital, y hace referencia a la aparición de signos de envejecimiento prematuros en la zona del cuello debido a la postura corporal que adoptamos al mirar los dispositivos móviles. Un gesto que, sin darnos cuenta, podemos llegar a hacer entre 100 y 150 veces al día.
¿Cómo puede afectarme?
No sólo el uso de los teléfonos móviles y tabletas, el teletrabajo o las reuniones virtuales, cada vez más comunes, también pueden causar este síndrome que afecta de manera tan negativa a nuestra piel. A estos hábitos hay que añadir otros factores como la luz azul de las pantallas, que debilita la dermis y la deja expuesta a agresiones externas.
Tener la piel fina y sensible es un riesgo para el envejecimiento prematuro. Sobre todo la piel del cuello y el escote, la eterna olvidada. Esta zona requiere mayores cuidados pues su tendencia a descolgarse y ser flácida es elevada y, al no estar siempre en contacto con agentes exteriores, suele ser más débil. Sin embargo, no solemos hidratarla o cuidarla tanto como la piel del rostro.
Cómo prevenirlo
1. Cuando uses un dispositivo móvil, levanta los brazos a la altura de la cabeza en lugar de agacharla.
2. Si trabajas con un ordenador, procura que la mirada dibuje una línea recta hasta la pantalla y ajústala para no tener que inclinar el cuello.
3. Utiliza una silla con reposacabezas y asegúrate de que mantienes la cabeza apoyada y la espalda recta mientras trabajas.
4. Haz descansos e intenta limitar el tiempo que pasas mirando las pantallas.
5. Cuida la piel del cuello con productos específicos; recuerda siempre que esta es más sensible que la del rostro.
¿Tiene tratamiento?
Los expertos de Germaine de Capuccini Goya nos recomiendan algunos tratamientos que van bien a la hora de reducir los efectos del síndrome del ‘tech neck’ en nuestra piel:
- Vitamina C. Aplicada directamente sobre la piel del rostro, la vitamina C pura es el iluminador más potente. Los resultados son inmediatos y la piel se ve más densa y tersa enseguida. “Lo ideal es someterse a 4 sesiones, pero con una se obtiene una cara más hidratada, confortable, con signos de cansancio y líneas de expresión atenuados”, explican desde el salón madrileño.
- Radiofrecuencia. Produce un efecto lifting sin cirugía. “Mediante calor se actúa sobre la piel del rostro para activar el colágeno y conseguir un efecto tensor inmediato. Elimina la flacidez del rostro y el cuello, ayuda a igualar alteraciones en los pigmentos y consigue una piel rejuvenecida y con brillo”.
- Mesoterapia virtual. Es la nueva generación de la mesoterapia. Consiste en la emisión de una corriente de baja intensidad que aumenta la permeabilidad de la piel, abriendo su poro y permitiendo que el principio activo aplicado penetre hasta la dermis media. “De esta forma, se consigue el mismo efecto que con las inyecciones, pero sin agujas, sin riesgos y sin hematomas”, aseguran. Rellena arrugas, atenúa bolsas y ojeras y reafirma la piel mediante la producción de colágeno.
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