¿Qué son los perfumes con feromonas y para qué sirven?

Uno de los mayores placeres de la higiene personal es oler bien. Y los perfumes ayudan a ello. Lo cierto es que podemos estar meses -e incluso años- buscando nuestro olor característico, el perfume que más encaje con nosotros. Sin embargo, una vez das con él, no hay vuelta atrás.

Es tu sello de identidad y, probablemente habrás notado que atraes al sexo opuesto. ¿El motivo? Las feromonas que contienen multitud de fragancias. Las feromonas son sustancias químicas que segregan los seres vivos, cuyo objetivo es provocar comportamientos específicos en otros individuos. Se da en muchas especies de plantas, de animales y, por supuesto, en los humanos.

Y aquí entra el concepto de perfumes con feromonas, es decir, fragancias tradicionales a las que se añaden una serie de químicos que se tratan en laboratorios y que simulan las feromonas humanas. Lo que hacen estas fragancias es replicar las feromonas que produce el cuerpo de forma natural y que son diferentes en cada sexo.

El objetivo de estos perfumes de feromonas -un término que cada vez se escucha con más frecuencia- es atraer a otras personas, en concreto del sexo opuesto. Es por ello que hay fragancias que son específicas para mujeres y otras que lo son para hombres, puesto que cada sexo se siente atraído por olores diferentes.

Algunos de los perfumes más conocidos (que están a la venta) que contienen feromonas son: Coco Mademoiselle de Chanel, Opium de Yves Saint Laurent o Classique de Jean Paul Gaultier. Y se aplican de la misma forma que cualquier fragancia tradicional, en las muñecas, el cuello y aquellas zonas donde se produzca más calor para que se difunda por el resto del cuerpo y dure más tiempo en la piel.

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