EL INGREDIENTE SECRETO
Rutina de skincare: solo se necesitan 60 segundos para un resultado perfecto
Cuando realizamos nuestra skincare, muchas veces no sabemos qué pasos seguir o incluso nos quita tiempo. La lista de productos que usamos para conseguir una piel perfecta es casi infinita, pero y si te digo que con solo un producto y en un minuto puedes conseguir una piel de porcelana. Esto es posible y te lo contamos en este artículo.
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Las distintas rutinas que existen para conseguir una piel perfecta son infinitas. Y es que, hay tantas rutinas como tipos de pieles. Limpiadores, cremas, sérum, mascarillas… Son algunos de los muchos productos que utilizamos en nuestro skincare, pero muchas veces esto puede suponer un gran gasto cada determinado tiempo por los precios de cada artículo. Además, muchos de ellos, no son efectivos para nuestra piel y otros sí.
La mejor rutina para cuidar tu piel no debe ocuparte demasiado tiempo ni dinero. Lena de Pons, experta en dermofarmacia y divulgadora de belleza cuenta cómo solo necesitamos 60 segundos para cuidar la piel.
El skincare no solo va de aplicarse cremas, sino también de otros tantos tratamientos que pueden alargarse unos valiosos minutos, horas en algunos casos. El ingrediente secreto para lograr una piel de porcelana es utilizar un limpiador, el más suave posible y con mayor efecto en el cutis. Eso sí, siempre adaptado a tu tipo de piel ya sea seca, mixta, grasa…
Lo principal es que tu cara esté limpia de maquillaje, polución, suciedad… El método es bien sencillo y como ya hemos mencionado no llevará más de 60 segundos.
El truco está en incorporar el jabón en la mano y añadir un poco de agua. Frota las manos enérgicamente para lograr la espuma. No temas en incorporar algo más de agua, siempre que ésta sea templada. Ahora, masajea la piel con movimientos circulares.
Masajea tu piel durante unos 60 segundos para que el limpiador llegue a las zonas más profundamente, sobre todo en la zona T. Aprovecha ese momento para relajarte y masajear tu rostro, no hay prisa.
Cuando ya hayas terminado de aplicarte el limpiador, aclárate con agua templada y, con ayuda de una toalla exclusivamente de la cara, seca tu rostro a toquecitos.
A partir de aquí, y para lograr resultados aún mejores, podremos aplicar aquellos productos o tratamientos en el orden adecuado siempre que los consideremos necesarios.
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