ROSTRO PERFECTO

¿Sabías que tu piel también pasa la gripe? Así es como debes tratarla

Después de pasar la gripe o cualquier otro virus, la piel sufre las consecuencias: más grasa, irritación y hasta sarpullidos. Expertas en dermocosmética explican por qué ocurre y qué hacer para recuperarla sin agravar los daños.

Mujer con la gripe

Mujer con la gripeFreepik

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Cuando nos enfrentamos a un virus como la gripe, pensamos en fiebre, cansancio y congestión, pero rara vez nos detenemos a analizar cómo afecta a la piel. Sin embargo, nuestro rostro también sufre las consecuencias: más grasa, brotes de acné inesperados, irritación y hasta pequeñas erupciones.

El malestar general y la fiebre hacen que descuidemos la rutina de cuidado, y la piel, como reflejo de nuestro estado de salud, reacciona de diferentes maneras. Si has notado que después de un resfriado tu piel está más apagada, con exceso de grasa o enrojecida, no es casualidad. Te explicamos qué está ocurriendo y, lo más importante, cómo solucionarlo.

Piel con granos y rojeces
Piel con granos y rojeces | iStock

¿Por qué tu piel está más grasa después de la gripe?

Una de las primeras señales de que la piel ha pasado por un proceso de enfermedad es el exceso de grasa y la aparición de granitos. Raquel González, cosmetóloga y creadora de la firma Byoode, explica que esto se debe, en parte, a que "cuando estamos enfermos, dedicamos menos atención a la rutina de cuidado y eliminamos pasos esenciales, como la limpieza".

Pero no solo es cuestión de olvidos. La fiebre también juega un papel clave. Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour, señala que "las temperaturas elevadas provocan sudoración, lo que puede contribuir a un aumento de grasa y bacterias en la piel, desencadenando brotes de granitos".

Además, el uso constante de pañuelos tampoco ayuda. Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, advierte que "pasar los kleenex por la piel puede depositar bacterias y, a la larga, debilitar la función barrera, haciendo que la piel produzca aún más grasa para compensar".

Chica con un kleenex en la mano
Chica con un kleenex en la mano | Freepik

Aparición de granitos con la gripe

La piel también puede responder a la gripe con sensibilidad extrema. Según Ana Yuste, directora dermocosmética de Rosalique, "es muy habitual que la piel somatice la enfermedad con rojeces esporádicas o incluso sarpullidos".

En algunos casos, pueden aparecer granitos que no tienen que ver con el acné, sino con una reacción similar a la urticaria. "Se llama miliaria o sudamina y ocurre cuando las glándulas sudoríparas se bloquean, impidiendo que el sudor salga. Esto genera inflamación, pequeños granitos rojos y sensación de picor", explica Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.

Por si fuera poco, el uso repetido de pañuelos irrita la piel, debilitando su barrera protectora. Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza, advierte que "esto no solo provoca sequedad y enrojecimiento, sino que también hace que la piel sea más vulnerable a agresores externos".

Mujer con piel seca
Mujer con piel seca | iStock

Cómo tratar la piel después de la gripe

Si tu piel ha quedado alterada tras pasar un virus, la clave está en restaurar su equilibrio sin recurrir a tratamientos agresivos. Raquel González recomienda ser muy constante con la higiene facial: "Realizar la limpieza mañana y noche evitará que las bacterias del sudor y el virus hagan de las suyas". En este punto, es mejor optar por limpiadores suaves que no alteren la piel.

Por otro lado, la piel, aunque se vea grasa, necesita hidratación para recuperarse. Patricia Garín aconseja buscar texturas ligeras con activos humectantes como el ácido hialurónico para calmar y equilibrar la piel.

Y si la irritación ya ha hecho estragos, hay que evitar rascarse y aplicar productos con niacinamida o extractos vegetales calmantes. Además, incorporar probióticos en la rutina ayudará a regular la microbiota de la piel y frenar la inflamación, según explica Raquel González.

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