¿Te tiñes para ocultar las canas? La psicología explica que no es solo una cuestión estética

Por mucho que intentemos conservar la juventud, el paso del tiempo es innegable. Y las canas también. Y es que, ocultarlas con tintes, además de una cuestión estética que hemos normalizado, también tiene aspectos de la psicología.

Como es normal, las canas están asociadas a los años; cuantos más años tienes, más probabilidades hay de que te salgan canas. Sin embargo, aunque creemos que utilizar tintes para taparlas es una mera cuestión de estilo, lo cierto es que también dice mucho de la influencia social a la que estamos sometidos y de uno mismo.

Históricamente, el cabello ha sido una seña de identidad, y también un símbolo de estatus. Aceptar las canas y no querer ocultarlas es un acto de autoaceptación y de resistencia a los cánones de belleza impuestos, así como a la presión social.

Es una realidad que las canas crean inseguridades a muchas personas, sobre todo en determinados entornos, como el laboral. Lucir canas está asociado al envejecimiento y, por ende, se considera menos atractivo.

Por eso es normal que las personas se tiñan para no mostrar esa imagen que puede parecer desaliñada, para mostrarse más jóvenes y para encajar en entornos profesionales o sociales en los que la imagen tiene mucho peso.

Pero en los últimos años hemos visto cómo rostros conocidos como Laura Sánchez o la reina Letizia han dejado al aire sus canas en señal de autenticidad, liberación y, sobre todo, aceptación del paso del tiempo.

Porque, aunque la sociedad nos ha impuesto durante mucho tiempo que hay que tapar las canas a toda costa, cada uno toma la decisión que considera respecto a su imagen. Y recuerda: tener más o menos canas no te hace más o menos mayor.

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