COLORACIÓN
Tintes sin amoníaco, ¿de verdad son mejores para el pelo?
Detrás de una etiqueta que dice ser orgánica o natural, no todo es lo que parece.
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El hecho de que la cosmética natural se encuentra en auge es una evidencia. En los últimos años, hemos visto como muchas marcas han lanzado productos y tratamientos con la etiqueta de “orgánico”.
En el mundo de la belleza capilar, el panorama es el mismo. La mayoría de marcas han sacado nuevas gamas asegurando haber utilizado ingredientes orgánicos, de origen vegetal y estar comprometidos con el medio ambiente.
Sin embargo, si hablamos de coloración, nos metemos en terreno pantanoso, ya que es una técnica capilar que requiere procesos químicos agresivos con el cabello para que una melena adquiera un color diferente al original. Además, los productos de coloración acostumbran a ser contaminantes, tanto para el entorno, como para aquella persona que los manipula.
Con el propósito de conseguir una coloración menos agresiva con el cabello y el medio ambiente, se empezaron a cambiar las fórmulas de los tintes para que fueran “menos peligrosos” y más naturales, o esto es lo que quieren vender. Pero, ¿realmente es así?
El amoníaco, en la lista negra
Uno de los componentes químicos presente en los tintes clásicos que se ha puesto en la lista negra es el amoníaco. Se trata de una sustancia química con un potente carácter alcalino que lo hace un perfecto disolvente, por esto está presente en muchos productos de uso diario.
Su uso en cosmética capilar se debe a que, cuando se integra en un tinte, abre la cutícula del cabello para que el color penetre más y tenga un efecto de larga duración. Sin embargo, es un elemento corrosivo para la piel y el pelo, y no se recomienda a personas con alergias, irritaciones. Tampoco a embarazadas.
Tintes sin amoníaco, ¿una solución?
En este punto, lo más importante es tener en cuenta que, el hecho de que un producto no lleve algunos ingredientes no tiene por qué hacerlo menos agresivo.
Según la plataforma especializada en cosmética capilar, Botox Capilar, las coloraciones permanentes que se venden como libres de amoníaco u orgánicas dañan igualmente el cabello, igual que lo hacen los tintes tradicionales. Al final, para aplicar un tinte permanente siempre se tiene que pasar por un proceso químico y este implica causar un daño en el cabello.
Botox Capilar afirma que muchos de los productos que son vendidos como libres de amoníaco llevan un ingrediente que los sustituye llamado monoethanolamine (MEA). Este componente no es más seguro que el amoníaco, ya que su pH es muy alto y esto provoca que la cutícula del cabello se abra con mucha facilidad.
Además, el portal especializado en tecnología capilar también indica que se necesita mucha cantidad de MEA para lograr los mismos efectos del amoníaco. Además, también puede provocar reacciones alérgicas y caída del cabello. Por lo tanto, los tintes sin amoníaco, pero con MEA, tampoco son una solución para teñir el cabello sin dañarlo.
¿Cómo identificar productos con MEA?
Lo más importante para identificar el MEA es fijarte bien en la etiqueta del producto. Entre el montón de nombres incomprensibles que encontrarás, te tienen que llamar la atención estos tres:
- Monoetanolamina
- Aminoetanol
- Etanolamina
Estas son las maneras en que el MEA se puede presentar en la etiqueta de un producto.
Al final, la definición explícita del término orgánico o natural es algo estrictamente hecho con ingredientes procedentes de la naturaleza y sin la intervención de ningún otro tipo de agente. En el momento en el que está en contacto con un químico, deja de serlo. Ten esto en cuenta antes de fiarte de cualquier producto que diga estar libre de elementos químicos.
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