Berenjenas a la parmesana: el truco de los italianos para que queden deliciosas

La comida italiana es de las más apreciadas y famosas del mundo. Los ingredientes principales de sus sabrosos platos gustan a todo el mundo, sin excepción. ¿Quién puede renunciar a una pizza, un buen plato de pasta o un risotto? Pasando por los aperitivos hasta llegar a los postres, no hay ni un solo plato de cocina tradicional italiana que no se deguste con placer.

Entre sus platos estrellas están las conocidas berenjenas a la parmesana, una rica combinación de berenjenas fritas, tomate y mozzarella y mucho queso parmesano, al estilo lasaña, pero con un toque más picante gracias al protagonismo del parmesano, queso emblemático de la cocina italiana.

Ahora bien, como todas las gastronomías, la italiana también va evolucionando y van apareciendo versiones de sus diferentes elaboraciones. Por ello, en este artículo te contamos la auténtica receta de las berenjenas a la parmesana, así como los errores a evitar para que esta delicia italiana te salga perfecta.

Ingredientes para 4 personas

Según el blog especializado en cocina italiana tradicional, Panepanna, para hacer estas ricas berenjenas necesitas:

• 4 berenjenas grandes
• Sal gruesa
• Aceite de oliva para freír
• 2 latas grandes de tomates enteros pelados.
• Hojas de albahaca fresca
• Aceite de oliva virgen extra
• 1 queso mozzarella cortado en lonchas finas
• Queso Parmigiano Reggiano o Grana Padano para rallar
• 2 huevos para pintar
• 1 huevo batido para rebozar
• 1 cucharada de mantequilla
• Harina para rebozar

Paso a paso

• Corta las berenjenasa lo largo y en lonchas de medio centímetro.
• Pon las berenjenas en un colador y cúbrelas con sal gorda. Tapa con un plato con un peso encima y deja reposar una hora. Así, expulsarán todo el líquido.
• Enjuaga las berenjenas y seca con un papel absorbente.
• Rebózalas con huevo batido y harina. Añadimos este paso a la receta porque es el truco de los italianos para que las berenjenas queden jugosas y con un punto crujiente a la vez.
• Fríe las berenjenas en aceite y deja que se escurran sobre papel de cocina.
• Para la salsa de tomate, pon los tomates pelados y unas hojas de albahaca en una sartén (cuanta más albahaca, más auténtico). Importante: guarda el líquido de la lata de tomate.
• Cocina los tomates entre 15-20 minutos, a fuego medio alto y los vas deshaciendo con un tenedor. Puedes añadir el líquido de la lata de tomates en función del espesor que quieras conseguir.
• Calienta el horno a 180 °C.

Montaje

• Pon salsa de tomate en el fondo de una fuente de horno y combina capas de berenjenas con queso parmesano rallado y lonchas de mozzarella (1 loncha de queso por 1 de berenjena). Después añade unas hojas de albahaca por encima y 3-4 cucharadas de huevo batido.
• Repite esta combinación de capas hasta llegar a la última, que será de berenjena, tomate y una cucharada de mantequilla repartida.
• Mete la bandeja al horno durante 30 minutos y ya estarán listas para comer.

Errores a evitar

• No cortes las berenjenas demasiado finas, tienen que quedar fritas, pero no muy crujientes, si no se romperán.
• Las berenjenas se tienen que freír en aceite. Si quieres evitar el aceite y las haces al horno, vas a hacer una escalivada y el resultado no será el mismo.
• No frías todos los trozos de berenjena a la vez, hazlo en tandas. La buena cocina requiere paciencia.
• La mozzarella no puede ser de búfala, ya que esta es demasiado húmeda.
• Por último, no te pases con el queso para no desequilibrar los sabores.

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