COCINA SEGURA
Ni causa enfermedades ni vuelve radioactiva la comida: Todas las verdades y mentiras del microondas
Desmontamos los mitos que hay alrededor de cocinar con el microondas.
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Lleva años siendo un imprescindible en nuestra cocina. Los que teníamos que vigilar que la leche hirviendo no se saliera del cazo (que conseguíamos pocas veces), lo consideramos como un gran triunfo. No obstante, aún mucha gente asume mitos sobre él, casi todos infundados. Hablemos de en qué debemos fijarnos en el microondas...y en qué no.
¿Cómo funciona el microondas?
Si vamos a tirar por tierra mitos sobre el microondas, lo primero que debemos hacer es conocerlo.
Las moléculas de agua son moléculas polares, es decir, tienen un extremo con carga positiva y otro, con la carga negativa. El campo electromagnético del microondas interactúa con ellas como un imán y las mueve provocando choques entre ellas. Así se genera calor y el agua hierve. Ese movimiento de moléculas es inocuo, no existe ningún motivo para pensar que pudiera provocar algún problema.
Mitos sobre el microondas
Mito 1. Los microondas causan cáncer:
La radiación utilizada por los microondas es de radiofrecuencia. Ese es el nivel más bajo de energía del espectro electromagnético. Básicamente está a un nivel equivalente al de la radio. Aun así, esta radiación está “retenida” dentro del microondas, con sistemas de bloqueo que paralizan la producción de las ondas al abrir la puerta. Eso sí, es fundamental que tanto la puerta como la estructura estén íntegros y en buen estado.
Mito 2. La comida de microondas es peligrosa:
Quienes quieren sembrar miedo donde no lo hay, han llegado a decir que la comida cocinada en el microondas es radiactiva. Nunca, en ningún caso, se puede transmitir radioactividad al alimento por este electrodoméstico ya que son ondas electromagnéticas, no radioactivas.
Mito 3. El microondas destruye los nutrientes en la comida:
Como ya sabemos que el mecanismo de actuación del microondas es el movimiento de moléculas, este mito se cae solo. No las destruye, las mueve, por lo que los nutrientes estarán tanto o tan poco como en un cocinado normal. Aún no hemos conseguido un microondas que modifique la composición natural de los alimentos.
Mito 4. El microondas solo sirve para calentar:
Así empezó y así lo incluimos en nuestra mente, pero no es cierto. En realidad, el microondas puede descongelar (la mejor opción si tenemos prisa), asar, gratinar o cocinar. Hay que pillarle el truco, sí, pero una vez hecho, no podréis vivir sin cocinar en él.
Mito 5. Sabremos si tiene fugas metiendo un móvil dentro
Se han escuchado bulos como que si suena un móvil dentro (con el micro apagado, obviamente) es que tiene fugas. Eso no es cierto. Que suene o no depende del teléfono y del microondas, nada que ver con las fugas. Hay cosas que no son necesario probar. En fin...
Mito 6. Si tienes marcapasos, no puedes usar el microondas:
Hace tiempo que se modificaron los dispositivos para que no hubiera problema, pero sí es importante insistir en que los microondas tienen que estar íntegros y con la puerta perfecta. Frente a cualquier duda con el dispositivo, mejor consultar con el cardiólogo. En cualquier caso, el riesgo sería exclusivamente si el microondas está encendido y la distancia a él es menor a 15 centímetros.
Certezas sobre el microondas
Todo lo anterior es falso, pero sí hay detalles importantes que debemos tener en cuenta para ese correcto uso:
Envases prohibidos en el microondas
Salvo los accesorios específicos para microondas que así lo indiquen, los metales no se pueden calentar en el microondas: todos hemos visto esas chispas cuando se introducen por error. Pero no sólo los metales, también hay plásticos que no son aptos para este uso, es decir, no todos los tupper se pueden calentar en el microondas. Para estar seguros hay que comprobar que llevan el sello indicativo para garantizar que está comprobado que el material no migra al alimento por encima de los valores legales.
Los huevos pueden explotar
Los huevos tienen una cámara de aire que se expande al calentarse y presiona la cáscara, así que nunca hay que meter este alimento con la cáscara dentro del electrodoméstico.
Recipientes sin llenar del todo
Es posible que no veamos las burbujas de la ebullición, pero si lo removemos y está a muy alta temperatura, estas burbujas pueden aparecer de repente, pudiendo quemarnos. La alternativa es no llenar al completo los recipientes y dejarlos algunos segundos antes de cogerlos.
No metas un estropajo para desinfectarlo
No es buena idea. Primero que no sabemos si el estropajo tiene metal, por lo que podríamos estropear el microondas. Segundo, con lo explicado anteriormente del agua, es posible que se sufran quemaduras. Los estropajos, bayetas… deberían lavarse a alta temperatura en la lavadora.
Ahora ya tenéis la información, en vuestra mano está la decisión.
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