Cinco alternativas saludables a la sal

Y es que, si bien en pequeñas cantidades este alimento es indispensable para nuestro organismo, de forma excesiva puede causar un aumento de la presión arterial y favorecer la hipertensión, enfermedad que conlleva complicaciones cardiovasculares.

Para deshacernos del salero, lo primero que apuntan los expertos es deshacerse de este hábito desde la infancia para que los más pequeños no se acostumbren a su sabor y no lo consuman con naturalidad más tarde. Para los adultos, que ya son consumidores habituales de sal y que se han propuesto renunciar a su consumo por motivos de salud, los nutricionistas apuntan a que lo más complicado –y acertado- es reeducar el paladar.

Para hacer este proceso más llevadero, no hay nada entonces como reinventar su manera de cocinar y sacar partido a otros condimentos que aportarán sabor a los platos. De este modo, el proceso de ‘desintoxicación’ se hará más llevadero y tendréis menos probabilidades de recaer. Además, muchos de los condimentos presentados a continuación son beneficiosos para la salud, una gran ventaja para convenceros de su consumo. Especias, algas, hierbas aromáticas… Estas son algunas alternativas que os proponemos para lograr reducir vuestro consumo de sal.

Las hierbas

Perejil, eneldo, albahaca o citronela son solo algunas de las muchas hierbas naturales que se pueden emplear para aromatizar los platos con un toque vegetal y sublimar así cualquier receta.

Más vegetales

Además de sus beneficios nutricionales, ajo, cebollino, cebolla y chalota representan grandes aportes de sabores. Por esto están muy presentes –cocinados o crudos- en nuestra gastronomía, tanto en ensaladas como en platos de verduras, arroces, carnes….

Especias

Muy utilizadas en la cocina india y africana, y cada vez más en la nuestra, son potenciadores de sabor naturales. Curry, azafrán, jengibre, pimienta o cúrcuma, en la variedad está el gusto… Solo hay que elegir el que más se adapta a nuestro paladar, pero también fijándonos a los beneficios saludables que queremos conseguir, ya que cada condimento o especia tiene sus virtudes para el organismo. Mientras la cúrcuma es, por ejemplo, un conocido antiinflamotorio (entre otras cosas), el jengibre alivia la congestión…

Las algas

Muy presentes en la gastronomía asiática, y más concretamente en la japonesa, las algas son conocidas por su valor nutricional, pero también por aportar sabor a las recetas gracias a su gusto a mar, un tanto iodado. Ojo, que este también es un mundo, ya que cada alga tiene su intensidad. En efecto, mientras la conocida alga Nori, muy utilizada para la elaboración del sushi, es más neutra, las kombu y wakame tienen un sabor a iodo más pronunciado que no será del gusto de todo el mundo. Eso sí, las algas paliarán sin duda la ausencia de sal en un plato.

Las semillas

Los gurús de la comida sana recomiendan incorporar el consumo de semillas en nuestra dieta cotidiana por sus beneficios saludables. Y lo cierto es que semillas de calabaza, lino o piñones también destacan por dotar de un toque diferente a cualquier receta, ya que aportarán tanto texturas como sabores que os ayudarán a olvidar la sal.