Cómo conseguir los huevos revueltos perfectos

El huevo es uno de los alimentos que contiene una mayor fuente de nutrientes y proteínas de alta calidad a un precio asequible, lo que le convierte en uno de los productos más populares en todo el mundo. Y es que tiene una larga lista de beneficios para nuestra salud.

Contiene antioxidantes beneficiosos para la salud ocular, también puede reducir el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular, o ayudar a controlar el apetito y reducir la ingesta calórica total. Es decir, se trata de un alimento ideal para incluir en cualquier dieta equilibrada y saludable.

Es el desayuno inglés por excelencia. Una opción que se ha incorporado en muchas casas españolas que buscaban una alternativa saludable. Además, podemos cocinar el huevo en multitud de formas y variaciones. Desde el huevo frito, pasando por la tradicional tortilla de patatas o la más saludable, tortilla francesa. Incluso, si queremos ser creativos, podemos preparar un revuelto con setas o verduras.

Sin embargo, antes de experimentar y realizar nuevas creaciones culinarias, deberíamos tener controlado cómo conseguir unos huevos revueltos perfectos. Pero, ¿cómo lograr esa cremosidad?

Cremoso y jugoso

Es habitual que mientras estamos haciendo unos huevos revueltos en casa nos preguntemos el motivo por el cual no nos salen tan jugosos y cremosos como en los programas de cocina. La respuesta es sencilla, hacemos los huevos demasiado rápido y lo recomendable es hacerlo a fuego lento siempre.

No obstante, vayamos paso a paso para que nuestros huevos revueltos nos queden a la perfección. Para empezar, prepararemos una sartén. Es indiferente si se trata de una antiadherente o no, ya que para evitar que se nos peguen los huevos pondremos un poco de sal en el aceite cuando este esté caliente.

Los ingredientes

• 4 o 5 huevos frescos.
• Aceite de oliva o mantequilla.
• Sal.

Paso a paso

1. Mientras se calienta el aceite, comenzamos batiendo los huevos en un bol y mezclándolos con una cuchara. Es importante que sea este cubierto y no un tenedor, ya que con la cuchara lograremos que el huevo no espume y se mezcle por completo. De esta manera, diferenciaremos su textura de la de una tortilla.

2. Esta es la clave del proceso. Después de batir los huevos, los colaremos bien para conseguir una textura perfecta.

3. Con los huevos colados y el aceite caliente, cocinaremos los huevos a fuego medio bajo.

4. Un detalle importante para que se haga bien. Debemos ir retirando la sartén del fuego cada diez segundos para ir haciéndolo lentamente.

5. Mientras vamos retirando la sartén del juego cada diez segundos, no dejamos de remover los huevos. Se hará una forma uniforme y lograremos la cremosidad buscada.

6. Cocinamos hasta que encontremos el punto perfecto y retiramos los huevos revueltos de la sartén.

7. Colocamos los huevos en una rebanada de pan.

8. Y terminamos colocando algo de sal, pimienta y un toque de verde fresco a nuestros huevos revueltos.

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