COMO RECIÉN ABIERTA
Cómo evitar que la crema de cacahuete se solidifique
Sigue estos trucos y conseguirás mantener una textura cremosa hasta terminar el bote.
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La crema de cacahuete ha pasado de ser un producto que solo veíamos en las series y películas americanas, a ser un alimento fijo en la despensa de nuestra cocina. Lo que antes era un producto exclusivamente yankee, ahora se ha revalorizado mucho, sobre todo, gracias al sector fitness, que lo enaltece por ser un producto altamente proteico (siempre y cuando sus ingredientes sean 100% cacahuetes).
Ahora, en el supermercado ya no es un producto marginal que cuesta de encontrar, sino que son muchísimas las marcas que se han sumado a la fiebre de la crema de cacahuete, ya sea comercializándola en formato para untar o incluyéndola como ingrediente de algún producto (cereales, galletas, barritas energéticas, etc).
Sin embargo, la crema de cacahuete tiene un inconveniente en relación a su conservación. Seguro que, muchas veces, has abierto el bote y te has encontrado la crema solidificada, especialmente, cuando el bote está por terminar. Esto sucede porque los aceites naturales que desprenden los cacahuetes emergen y se concentran en la parte de arriba.
De manera que, la parte superior del producto es la que está más cremosa, mientras que la inferior se va secando por la falta de grasa. Para impedir que esto pase, te contamos algunos trucos de lo más sencillos con los que conseguirás no desperdiciar ni un gramo de producto.
Caliente el recipiente
Este es el truco más fácil para conseguir que la crema de cacahuete vuelva a recuperar toda su cremosidad. Este producto funciona igual que cualquier otro que acumule una gran cantidad de grasa, como el chocolate o la mantequilla. De este modo, al entrar en contacto con el calor se derrite rápidamente.
Así que, no tienes más que poner el recipiente en el microondas durante breves segundos (no te excedas con el tiempo y vigila el plástico del envase) y conseguirás una crema de textura perfecta y como recién abierta. A falta de microondas, puedes poner el bote al baño maría o colocarlo durante unos minutos cerca de un fogón encendido.
Guarda el bote del revés
Asegúrate de que el tarro esté bien cerrado y guárdalo del revés. De esta manera, consigues que el aceite llegue a la parte del culo del recipiente, que es por la zona que más se cuartea.
Cuando queramos usar la crema de cacahuete, giramos de nuevo el bote para abrirla y el aceite volverá a emerger a la superficie, fundiéndose de forma natural con el resto de producto.
Añade un poco aceite
La crema de cacahuete ya es un producto muy graso en sí, así que, si optas por esta opción, añade muy poca cantidad de aceite. Además, procura que sea un tipo de aceite vegetal y no de oliva, ya que este tiene un sabor muy potente que podría interferir en el sabor natural del cacahuete.
Añade una cucharadita de aceite pequeña y remueve enérgicamente para que se integre con el resto del producto.
¿Cómo saber si una crema de cacahuete es buena?
Aunque visualmente nos disguste la capa de aceite emergente en la parte superior del recipiente, este es el indicativo de que nos encontramos ante una crema de cacahuete de calidad.
En su listado de ingredientes debe aparecer un “100% cacahuete”, es entonces cuando el producto está hecho íntegramente de este fruto seco y se producen sus reacciones naturales (en este caso, la separación de los aceites).
Si el producto contiene otros ingredientes y no tiene esta capa de grasa emergente (o la tiene de manera muy superficial), significa que lleva otros aditivos que interrumpen este proceso natural.
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