REPOSTERÍA EN FAMÍLIA
Cómo hacer pan de molde en casa sin panificadora
Haz el pan favorito de tus peques y diviértete amasando con ellos con está fácil receta.
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El pan de molde es el rey en las casas con peques. Su textura esponjosa, fácil de masticar y su ligero sabor dulce, lo convierten en el pan perfecto para todas las meriendas. Además, es el que más tiempo se conserva blando.
Con la fiebre de hacer pan en casa, las panificadoras han empezado a ocupar un importante lugar en muchas cocinas para conseguir la versión casera del alimento básico de la dieta mediterránea.
Pero, ¿sabías que puedes elaborar pan de molde casero sin necesidad de panificadora? De este modo, no hace falta que dispongas de esta herramienta específica para hacer tu propio pan de molde esponjoso. A continuación, te explicamos cómo hacerlo de foma sencilla en casa.
¿Cómo hacer pan de molde?
Como su propio nombre indica, necesitarás un molde para horno, así que asegúrate de disponer de uno en forma rectangular. Los hay de muchos tipos y materiales, así que puedes usar el que más te guste. Desde NovaMás, te decimos los ingredientes que necesitarás para rellenar un molde de unos 30 cm, aproximadamente.
Ingredientes para hacer pan de molde
- 450 gr de harina para pan. En los supermercados, se encuentra bajo el nombre de “harina de fuerza”, pero debes asegurarte de que tenga entre 10 y 11 gr de proteína por cada 100 gr de producto.
- 120 ml de agua tibia
- 135 ml de leche entera
- 9 gr de levadura fresca (o 3 gr de levadura seca)
- 22 gr de azúcar (o 2 cucharaditas de miel)
- 45 gr de mantequilla
- 9 gr de sal
Elaboración del pan de molde
1. En un bol, mezcla todos los ingredientes, hasta que se integren por completo y no queden grumos.
2. Tapa el bol con un paño de cocina o con papel film y deja que la pasta repose durante 15 minutos.
3. Pasado este tiempo, amasa la pasta con las manos. Para que no se te pegue, espolvorea un poquito de harina sobre una superficie y ve haciendo movimientos envolventes, mientras la estiras y la enrollas sobre sí misma. El amasado es la parte que los peques más disfrutan, invítalos a que te ayuden.
4. Una vez que la masa haya adquirido consistencia, déjala en un bol tapado con un trapo limpio para que fermente durante 1 hora. Asegúrate que la temperatura ambiente sea cálida y que no pase el aire. Si no puedes conseguir estas condiciones, alarga el tiempo de fermentación y déjalo más de hora reposando.
5. Cuando la pasta haya fermentado, dale forma: trabaja la masa co las manos para darle la forma de tu molde.
6. Ahora, deposítala en el molde. Para que la masa no se pegue, puedes forrar el molde con papel de horno, o engrasarlo con aceite o mantequilla.
7. Una vez en el molde, tápala con un trapo y déjala reposar, de nuevo, durante una hora y media o dos horas. Verás como la masa va aumentando de volumen.
8. A continuación, precalienta el horno a 220ºC con calor por arriba y por abajo, y ventilador.
9. Antes de meter el pan en el horno, pinta la masa con un poco de leche para que la corteza se tueste un poco más. Si usas huevo, la corteza va a quedar más dura y, si no lo pintas, quedará más blanda.
10. Hornea el pan durante 30 minutos. Si quieres que la corteza se fije por todo el exterior, solo tienes que sacar el pan del molde unos minutos antes de finalizar la cocción y meterlo de nuevo directamente sobre la bandeja de horno.
11. Antes de sacar el pan, asegúrate de que esté hecho pinchando con un bastoncillo en el centro. Una vez fuera del horno, sácalo del molde y deja que se enfríe antes de cortarlo.
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