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EXTERIOR CRUJIENTE, INTERIOR JUGOSO

Cómo hacer pollo al ast sin asador

Ni pinchos giratorios, ni horno asador. Consigue un auténtico pollo al ast sin salir de casa.

Pollo al ast

Pollo al astPexel

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El pollo al ast es la típica comida que reúne a la familia para comer un mediodía de domingo. Por eso, el fin de semana es frecuente ver colas de gente que esperan delante del asador para poder conseguir sus pollos.

El delicioso olor a piel quemada del pollo y a los jugos que desprende cuando se asa también es una característica que acompaña el ambiente de las calles en un mediodía de fin de semana. No hay nada como tener un buen asador de pollos, con sus pinchos giratorios, para conseguir una carne jugosa y un exterior crujiente.

Siempre hemos pensado que la única manera de conseguir un auténtico pollo al ast es con estos hornos giratorios tan particulares, pero nada habituales en una cocina común. Pero esto no es del todo cierto, también es posible cocinar una pieza al estilo al ast con tu horno habitual. En NovaMás te explicamos cómo conseguirlo.

Receta de pollo al ast al horno

El resultado de esta elaboración es un éxito cuando la carne queda jugosa por dentro, crujiente por fuera y conseguimos una especie de salsa espesa y sabrosa procedente de los mismos jugos que desprende la pieza. Toma nota de los ingredientes y del paso a paso de esta receta.

Ingredientes:

  • 1 pollo entero, desplumado y con el interior limpio y vacío. Si es un pollo campero, mejor.
  • 2 ramilletes de romero fresco o seco
  • 2 ramilletes de tomillo fresco o seco
  • 2 hojas de laurel
  • 300 ml de agua
  • Aceite de oliva o manteca de cerdo
  • 3 cucharadas de brandy
  • 1 limón
  • 2 dientes de ajo
  • ½ cebolla
  • Sal
  • Pimienta negra molida

Elaboración:

1. Para conseguir una piel bien crujiente, lo primero que debes hacer es colocar el pollo encima de la rejilla del horno en el que lo vas a trabajar.

2. Precaliente el horno vacío a 180 ºC con calor por arriba y por abajo, y con ventilador.

3. Antes de sazonar el pollo, asegúrate de que esté totalmente limpio de plumas o pelos. Si localizas alguno, retíralo con una pinza o quémalo con un soplete.

4. Ahora, introduce en el interior del pollo un poco de sal, pimienta, 1 ramillete de romero, uno de tomillo, 1 cucharada de brandy y 2 rodajas de limón. Finalmente, cierra el orificio de la pieza con el medio limón sobrante entero.

5. A continuación, pinta el pollo con el aceite o la manteca de cerdo y añade un poco de sal y de pimienta.

6. Corta la media cebolla finamente y aplasta los dientes de ajo.

7. En una bandeja del horno, incorpora los otros ramilletes de tomillo y romero, las hojas de laurel, la cebolla y los ajos, más sal y pimienta. Añade también 2 cucharadas de brandy y el agua.

8. Seguidamente, coloca la rejilla con el pollo encima de esta bandeja de horno. Esta deberá quedar en la parte inferior del horno y la del pollo a media altura.

9. Por regla general, el horneado es de 30 minutos por cada 500 gr de pollo. Así que, si el pollo es de 1 kg lo tendremos 1 hora.

10. Si ves que durante este tiempo el líquido de la bandeja inferior se consume, puedes echar más agua.

11. Igualmente, si ves que la piel del pollo se está dorando demasiado, puedes sacarlo del horno, taparlo con papel de aluminio y seguir horneando.

12. Cuando falten unos 10 o 15 minutos para terminar el horneado, quita el papel de aluminio y sube la temperatura del horno hasta 200ºC. La piel no debería tardar más de un cuarto de hora en dorarse y quedar crujiente.

13. Por último, retira el pollo del horno y deja que se enfríe un poco en la rejilla antes de cortarlo. Sírvelo con una ración generosa de jugo.

¡Qué aproveche!

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