Cómo hacer raclette en casa

La raclette es, junto con la fondue, uno de los platos suizos por excelencia y que ha traspasado fronteras. Es originario del cantón de Valais y se elabora con el queso que da nombre al plato. Según la organización Switzerland Cheese Marketing AG, este es un tipo de queso cremoso y "semiduro" elaborado con leche cruda y "lleno de grasa". Tiene un sabor fuerte y con un toque picante. Su nombre proviene de la palabra "racler", que en francés significa "rayar" o "raspar".

Aunque el ingrediente protagonista es el queso, no pueden faltar otros productos como las patatas y los embutidos.

En este artículo os vamos a contar cómo hacer una raclette en casa para compartir con tu familia y amigos.

¿Qué ingredientes necesitas para preparar una raclette?

Apunta esto en la lista de la compra:

• Queso raclette
• Patatas
• Embutidos (jamón cocido, bacon, salchichón, mortadela…)
• Encurtidos (aceitunas, pepinillos, cebollitas con vinagre…)
• Verduras (zanahoria, tomates cherry…)

Los imprescindibles son los dos primeros (queso y patatas). A partir de aquí puedes añadir lo que más te apetezca y lo que más guste a tus invitados. Otras opciones son champiñones o un poco de carne como salchichas o trozos de pollo. Las combinaciones son múltiples.

¿Cómo se prepara la raclette?

Se puede preparar de dos maneras. El método 'raspado' o 'a la plancha'. El primero es el que se utiliza, por ejemplo, en restaurantes. Se corta el queso por la mitad y se coloca en un aparato que se pone encima de una especie de calefactor que va derritiendo el queso. Es entonces cuando se va 'raspando' para servirlo directamente a la mesa. De aquí procede el nombre del queso, tal y como hemos explicado anteriormente.

Pero, como te hemos prometido, te vamos a contar una forma más sencilla para poder hacer la raclette en casa. Para ello, vas a tener que comprar una plancha especial que se vende junto con unas pequeñas sartenes. Prepararlo es todo un ritual.

En primer lugar, enciende la plancha y, mientras se va calentando, limpia las patatas y ponlas a hervir sin pelar con una pizca de sal. El tiempo de cocción variará según el tamaño de la patata y la fuerza del fuego. Por lo general, suele ser entre 10 y 20 minutos.

Entretanto, coloca el resto de ingredientes en boles alrededor de la plancha. De esta manera, todos los comensales los tendrán a mano. A diferencia del primer método, aquí el queso se tiene que cortar en trozos pequeños para que quepan en las sartenes.

Cuando las patatas estén hechas, córtalas por la mitad. Una vez la plancha está en su punto, incorpora el queso para que se derrita.

En este momento es cuando empieza el juego. Cada uno de vosotros hará las combinaciones que más le apetezca. Por ejemplo, puedes derretir el queso solo o acompañado con alguno de los otros ingredientes o puedes echarlo por encima de las patatas.

Este plato lo puedes maridar con un buen vino blanco -se recomienda afrutado- o con un té.