Consejos para montar rápidamente la nata

La nata montada es una de las recetas más sencillas que puedes hacer desde casa. Sin embargo, no es de extrañar que en ocasiones nos pueda dar algún problema. Olvidándonos de la nata en spray, cuando la hacemos nosotros mismos tiene un aspecto y un sabor completamente diferente al que ya viene envasado.

Además, es un elemento muy recurrente en repostería. Hay multitud de postres a los que puede acompañar, desde bizcochos a tartas, helados, galletas...

Por eso, es necesario dominar esta técnica de cocina para hacer disfrutar de la magnífica textura de la nata montada. Para hacerlo, simplemente hay que seguir unos sencillos pasos que además de explicarlos aquí, los podrás ver mucho mejor en el vídeo.

Cómo montar la nata desde casa

Lo primero que tenemos que tener a mano es un recipiente metálico. ¿Y por qué metalico? El motivo es muy sencillo. Se recomienda introducir el recipiente en el congelador y también el pie de la batidora 15 minutos antes de batir la nata. Al ser metálico, tiene la capacidad de conducir el frío muy rápidamente, por lo que no tendremos que esperar mucho tiempo para empezar a montar la crema.

Por otro lado, debes calcular la cantidad de nata que vas a utilizar en función de lo que necesites. Para aprovechar al máximo toda la cantidad de nata que usemos, debes tener en cuenta que aumenta su volumen al menos tres veces cuando se bate. Por tanto, si introduces una taza de nata producirá al menos tres cuando comiences a batirla.

Una vez que la nata ya esté dentro del recipiente y empecemos a batirla a velocidad media, comenzará a espesar. Será entonces cuando añadiremos una cucharadita de azúcar o bien un cuarto de extracto de vainilla.

Por último, aumentaremos la velocidad hasta que observemos que la nata empieza a formar como unas especies de montañas. Fíjate en la nata al retirar el pie de la batidora. Si la crema se nota espesa, significa que está preparada para consumir.

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