COCINA SIN LÁGRIMAS

Cortar cebolla sin llorar sí es posible: estos son los trucos que realmente funcionan

Cortar cebollas cada vez que cocinas no tiene por qué hacerte llorar. Hay varios trucos muy sencillos y efectivos que pueden ayudarte a evitar el lagrimeo. Descubre aquí cuáles funcionan de verdad.

Cortar cebolla

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Cortar cebolla es una tarea con la que puedes acabar con los ojos llenos de lágrimas. No importa si cocinas mucho o poco ya que el lagrimeo es casi automático. Pero lo cierto es que existen varios trucos que pueden ayudarte a evitarlo y hacer que esta tarea sea mucho más llevadera.

Cortar cebolla
Cortar cebolla | iStock

Uno de los métodos más conocidos es meter la cebolla en la nevera o el congelador durante unos 10 o 15 minutos antes de cortarla. Esto ayuda a enfriar los compuestos que provocan el lagrimeo, reduciendo su liberación cuando empiezas a cortarla.

También es importante el tipo de cuchillo que usas. Un cuchillo bien afilado corta más limpio y preciso, lo que hará que se rompan menos células de la cebolla y, por tanto, se liberan menos gases irritantes.

Cortar cebolla
Cortar cebolla | iStock

Otro truco muy útil es dejar la raíz para el final. La raíz contiene la mayor concentración de los compuestos que hacen llorar, así que si la cortas al final, estarás limitando al máximo su efecto.

Si aún así sigues llorando, puedes probar a cortarla bajo el chorro de agua o enjuagarla. El agua ayuda a atrapar los gases antes de que lleguen a tus ojos. Y si quieres ir un paso más allá puedes usar gafas de seguridad o un ventilador, que aleje los vapores mientras cortas.

Y por último, un pequeño truco: las cebollas blancas más tempranas suelen contener más agua y liberar menos compuestos lacrimógenos, por lo que son una buena opción para evitar las lágrimas desde el principio.

Con estos consejos, cortar cebolla puede ser mucho más fácil y sin lloreras innecesarias. A veces, solo hace falta cambiar un pequeño gesto para hacer que la cocina sea más cómoda.

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