A VUELTAS CON EL COLESTEROL
¿Cuántos huevos debo comer a la semana?
Hubo un tiempo no muy lejano en que los huevos eran el mal, responsables junto a embutidos y quesos de nuestros altos niveles de colesterol. Pero poco a poco, sin saber cómo, los huevos se fueron desplazando del eje del mal gastronómico para ceder su lugar a otros alimentos que han entrado con mucha fuerza, fundamentalmente lácteos, trigo y carnes rojas. Nos preguntamos cuánto de marketing y cuánto de realidad tienen estas periódicas demonizaciones alimentarias y, de paso, tratamos de poner un poco de luz al asunto de los huevos.
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En los últimos tiempos, numerosos estudios científicos internacionales coinciden en que los huevos son beneficiosos para la salud, y que se puede comer, en principio, sin restricciones, siempre que forme parte de una dieta equilibrada y variada y se acompañe de un estilo de vida saludable. De hecho, en nuestro país, instituciones como la Fundación Española del Corazón (FEC) o el Instituto de Estudios del Huevo luchan por desterrar el mito de que los huevos incrementan peligrosamente los índices de colesterol en sangre, hasta el punto de que la FEC asegura, como decíamos, que no es necesario restringir el consumo de huevos en la dieta en las personas sanas, siempre que éstos formen parte de una dieta saludable y equilibrada, que se acompañe de unos buenos hábitos de vida y de ejercicio físico regular.
El Instituto de Estudios del Huevo, por su parte, insiste en recomendar la ingesta de este alimento, dado su valor nutricional, ya que contiene vitamina A (100 g de parte comestible aportan un 28,4% de la cantidad diaria recomendada) vitamina D (36%), vitamina E (15,8%), riboflavina (26,4%), niacina (20,6%), ácido fólico (25,6%), vitamina B12 (84%), biotina (40%), ácido pantoténico (30%), fósforo (30,9%), hierro (15,7%), cinc (20%) y selenio (18,2%). Estos componentes convierten al huevo en un alimento ideal para todas aquellas personas que coman poca carne, ya que aportará una buena dosis de proteínas y hierro.
Curiosamente, numerosos estudios no sólo han desmentido la supuesta relación del huevo con el incremento de enfermedades coronarias, sino que han certificado su papel en la prevención de las mismas. Es el caso de una investigación realizada en 2010 por la revista 'Public Health Nutrition', que indica que el huevo incrementa ligeramente los niveles de colesterol HDL, el cual protege contra las enfermedades coronarias. En la misma línea se pronuncia un estudio de Nutrition & Metabolism, que coincide con el anterior y añade, además, que aparte del colesterol HDL este estudio incrementa los niveles del antioxidante luteína, el cual modula ciertas respuestas antiinflamatorias.
Teniendo en cuenta que el huevo es la mejor fuente natural de proteínas y que tiene apenas unas 70 calorías, además de ser un alimento saciante y rico en vitaminas y minerales, es recomendable incluirlo en la dieta de forma regular. Gran parte de estos nutrientes se encuentran en la yema, de manera que es interesante comer el huevo siempre entero, y no únicamente las claras. Es fundamental, además, adquirir siempre huevos ecológicos, aquellos que llevan un 0 en el encabezamiento de su código de barras, procedentes de gallinas camperas, criadas en libertad y que no han ingerido piensos ni antibióticos.
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