Cuatro restaurantes para comer (bien) en el centro de Barcelona

CORXUS

El chef Chus Martínez define su propuesta como una "cocina rústica", en un local amplio, moderno y funcional con aires de taberna que encontramos en la Rambla Catalunya. La voluntad de este nuevo local abierto hace pocos meses en pleno meollo guiri es, precisamente, la de captar al comensal autóctono, que también frecuenta el centro a menudo, en una zona tradicionalmente turística que suele provocar la desconfianza de los locales.

La de Cor Xus es una cocina español tradicional, que pretende escoger la materia prima de mayor calidad de las diferentes zonas de España. Una cocina de temporada que apuesta por productos que van desde las alcachofas de El Prat hasta las anchoas del Cantábrico o el pulpo de Galicia, y cuya voluntad es trabajar con primor una materia prima que habla por sí sola y no necesita especiales aderezos. Por fortuna, el concepto de rústica va más allá de la cocina tradicional que a todos nos viene a la cabeza: en Corxus puedes encontrarte un señor foie micuit a la plancha coronando unas tostaditas, además de un gran surtido de platos que van desde el marisco a los pescados fresquísimos, los huevos cabreados y todas las tapas clásicas que se nos ocurran.

Corxus. Rbla. Catalunya, 12. 

MATÍS BAR

Es la gamberrada que el chef Artur Martínez (que tiene en Terrassa su flamante Capritx, con una estrella Michelin) ha perpetrado en Barcelona, y es un restaurante que vale mucho la pena visitar porque nos ofrece tapas creativas a precios ajustados. La imaginación manda en este Matís que se define como bar de tapas pero no tiene croquetas ni bravas, y sí algunos platos de inspiración andaluza y algunas propuestas como el 'xatorejo' (una mezcla entre xató y salmorejo) o los bombones de parmesano, que muestran un 'savoir faire' poco habitual en los bares de tapas tradicionales. Se encuentra en el interior del Colegio de Arquitectos, justo frente a la Catedral, en pleno epicentro guiri.

Matís Bar. Pza. Nova, 5.

WOKI ORGANIC MARKET

Tocando Plaza Catalunya, más céntrico imposible, encontramos este establecimiento ya clásico de la zona que es una mezcla muy bien lograda entre mercado y restaurante. Todo en este local espectacular, amplio y de techos altísimos, es ecológico, de manera que es un lugar en el que hacer la compra y, si se desea (cosa que recomendamos encarecidamente), hacer un alto en el camino para ocupar una de sus mesas y escoger entre la amplia oferta gastronómica de sus diferentes paradas. Tenemos una de wok, otra de pasta, de carnes, de sushi... Se trata de ir desfilando por Woki, escoger lo que más nos guste y degustar en un ambiente informal, más parecido al de un mercado que al de un restaurante, un ágape bien facturado, totalmente bio, que nos va a sentar bien y no nos va a salir especialmente caro. ¿Un consejo? Nos fascinan sus hamburguesas.

Woki Organic Market. Ronda Universitat, 10.

FLAX & KALE

Y por último, no podía faltar el restaurante 'trendy', cosmopolita, repleto de comensales delgados, felices y con buen aspecto, vegetariano y encantador. Flax & Kale es el vegetariano de moda, o sería mejor decir 'flexiteriano', ya que ofrece un 20% de platos que contienen proteína animal, en este caso procedente del pescado. El local está avalado por la popularidad de su hermano mayor, Teresa Carles, un referente de la cocina vegetariana, también en el centro de Barcelona, que se encuentra entre los preferidos, ahí es nada, del mismísimo Ferran Adrià. Aquí hallamos una cocina divertida, creativa, fresca, con platos de temporada absolutamente sorprendentes a precios más que ajustados, desde unas tostas de salmón con puré de guisantes realmente sabrosas, a 6 €, o una fantástica sandía a la plancha con queso de cabra a 3 €. Además, suelen contar con surtidos para compartir que incluyen desde humus a crema de berenjenas, ensalada, panes, albóndigas vegetarianas y mucho más.

Flax & Kale. Tallers, 74.