Lo nunca visto, amigos
La dieta de la serpiente: comer como un reptil para perder peso
¿Quieres saber cómo funciona la última dieta de moda? Alucina
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La serpiente no es, en general, un animal que dé buen rollo. Si, además, hablamos de 'la dieta de la serpiente' es fácil que nos venga a la cabeza que vamos a acabar tan alargados como un reptil o hinchados, como la boa que se comió al elefante en 'El principito'. Ninguna de las dos imágenes son agradables. Bien, pues pese a todo, Cole Robinson, un entrenador personal de 34 años de Alberta, Canadá, se la ha inventado. Para nuestro pavor.
¿En qué consiste? Según Robinson, esta dieta sigue un enfoque de tres pasos. En la primera fase, ayunas durante 48 horas y usas vinagre de sidra de manzana y "jugo de serpiente" (aquí empiezan los problemas) para ayudar a eliminar las toxinas de tu hígado. Vale, en realidad no se trata de jugo de serpiente, sino de un preparado detox que el mismo Robinson elabora hecho a base de aguas y sales minerales: una especie de bebida energética, hablando de plata. En el vídeo siguiente, vemos cómo se prepara.
Pasamos a la segunda fase, donde el objetivo es seguir con rutinas de ayuna intermitente, mientras que en la tercera fase hay que comenzar a escuchar las señales de hambre naturales del cuerpo para mantener la pérdida de peso. Es decir, practicar un 'mindful eating de libro'. ¿Solo eso? Solo eso. Pero, eh, según Robinson lo verdaderamente crucial, lo que marca la diferencia son las primeras 48 horas. Sin ellas, no hay futuro. Ya veis. El resto, lo pone el ayuno, ya que Robinso aboga por adoptar un estilo de vida en el que se haga solo una comida al día con todos los nutrientes necesarios.
Robinson asegura que ha visto a muchos entrenadores personales aconsejar a sus clientes sin entender cómo nuestro cuerpo metaboliza los alimentos. En su opinión, esta dieta sí tiene la capacidad de ayudar a cualquir personas a alcanzar su peso objetivo. Pero no solo eso: Robinson también afirma que esta dieta puede ayudar a curar la diabetes tipo 2 y la inflamación crónica. Mano de santo.
Entonces, ¿se trata de una dieta interesante? Definitivamente, no. Más bien parece una versión del ayuno intermitente con un nombre con gancho y poco más. La corta duración de la fase inicial anima a echarle un tiento pero, a la larga, se trata de una dieta difícil de seguir y que probablemente vaya seguida de un efecto rebote que nos dejará más que como una serpiente, como una boa constrictor. Y eso no mola nada.
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