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POR NO SABER, NO SABES NI ATRAGANTARTE

Errores comunes que cometes al atragantarte

¿Cuáles son las señales de que una persona se está atragantando con la comida? Ya no puede emitir ningún sonido, le cuesta respirar y se le pone la cara roja rápidamente. También se puede dar el caso de que se ponga las manos en la garganta y se agite en exceso. Este es el momento en el que hay que pasar a la acción para prestar ayuda, ya que significa que las vías respiratorias están obstruidas y la persona corre peligro. Pero, ¿qué hacer y qué no hacer en este caso? Aquí van unos errores que NO hay que cometer para no empeorar la situación.

Atragantarse

AtragantarseiStock

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NO hay que adelantarse a los acontecimientos

Ojo, a veces, ante una situación de pánico, nos adelantamos y de querer hacerlo demasiado bien la liamos más. Eso puede suceder en el caso de que nuestro compañero/a de mesa se atragante y con afán de echarle un cable empecemos a manipularle sin que sea necesario. NO. Lo primero es dejar pasar unos pocos segundos y observar si nuestro interlocutor está mejorando o puede toser y hablar. Eso puede indicar que el alimento se encuentra entre las vías respiratorias y las digestivas y en el caso de moverlo de lado, podríamos empeorar las cosas. Si la situación dura y se complica, entonces hay que recurrir a los primeros auxilios (en caso de saber qué hacer) o bien llamar a emergencias para que indiquen qué gestos poner en práctica adecuadamente.

NO hay que tumbar la persona

Se trata de conseguir expulsar o tragar el alimento de forma correcta. Con lo que la mejor postura es inclinar la mitad del cuerpo ligeramente hacia delante y tratar con los dedos de intentar encontrar el alimento atragantado para desbloquearlo.

NO hay que retener la tos

Si es cuestión de salvar el pellejo, no valen el pudor ni la vergüenza, y bajo ningún concepto hay que tratar de retener la tos, ya que ésta es un acto reflejo que permite expulsar el alimento pasado en las vías respiratorias. El cuerpo es sabio, así que mejor dejarlo reaccionar que querer ser demasiado educado. Entonces, trata de motivar a tu compañero/a a toser fuerte.

NO debe cundir el pánico

Lo que hay que hacer si presenciamos que alguien se está atragantando es, ante todo, hablarle con calma para transmitirle seguridad. Así, quizá consigamos que baje la tensión y se pueda concentrar en tratar de expulsar el alimento tosiendo.

NO hay que dar bofetadas…

Ojo, de tanto ver películas a veces nos podemos confundir. El sujeto en cuestión no ha perdido el conocimiento, sino que se está atragantando. Por lo tanto, no hay que reanimarle dándole un bofetón porque ello podría implicar un mal gesto de las cervicales que podría complicar aún más la obstrucción de las vías respiratorias.

… Ni palmadas descontroladas

Dar golpes suavecitos o, al contrario, a lo bestia y de cualquier manera en la espalda no va ayudar. Lo que sí hay que hacer, según recomiendan los profesionales de la salud, es aplicar cinco palmadas con la palma de la mano abierta y bien plana, de forma contundente, entre los omóplatos de la víctima. Esta debe encontrarse con medio cuerpo inclinado hacia delante. Evidentemente, si la persona expulsa el alimento antes de llegar a la quinta palmada, podréis parar el proceso.

NO quieras ir de superhéroe

En caso de haber respetado los pasos anteriores, pero de no notar ninguna mejoría, es hora de pasar a las cosas serias: la maniobra de Heimlich. Pero solo si sabéis lo que hacéis. En efecto, se trata de un protocolo médico que, por lo tanto, se ha de conocer adecuadamente para no hacer más daño o complicar la situación. Para realizarlo, hay que posicionarse detrás de la víctima y colocar nuestro puño cerrado entre su ombligo y su tórax. La otra mano se dispondrá encima. Entonces, hay que empujar con firmeza a la vez hacia ti y hacia arriba, hasta cinco veces.

Y para prevenir los atragantamientos…

Es importante saber que algunas pautas permiten prevenir un atragantamiento durante una comida, que son importantes tener en cuenta, especialmente en el caso de las personas más expuestas a sufrir este ‘accidente’: las personas mayores y los menores de cinco años. Por ejemplo, es recomendable comer lenta y pausadamente; masticar bien; no hablar mientras comemos y que ello se realice en un entorno tranquilo y sin distracción (evitar, por ejemplo, ver la TV mientras comemos).

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