Este ingrediente típico del fast food es más saludable de lo que nos pensábamos

La proteína es un componente esencial en nuestra dieta, fundamental para el crecimiento, la reparación de tejidos y la producción de hormonas. Sin embargo, notodos los alimentos ricos en proteínas son percibidos como saludables. Es habitual asociar las proteínas con fuentes como el huevo, pero hay un alimento que, aunque no suele relacionarse con lo saludable y ha permanecido en segundo plano, es muy rico en proteínas: el queso cheddar.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) revela que una simple onza de queso cheddar contiene casi 7 gramos de proteína, superando así los 6 gramos que ofrece un huevo. Este descubrimiento desafía la percepción común sobre el queso, que históricamente ha sido criticado por su contenido en grasas saturadas y sodio.

Sin embargo, es importante reconsiderar esta percepción. Novella Lui, dietista-nutricionista y divulgadora, defiende la inclusión del queso en nuestra alimentación diaria, ya sea en una tabla de quesos o como parte de nuestros platos habituales.

Beneficios del queso cheddar

El queso cheddar no solo es una excelente fuente de proteínas, sino que también aporta una serie de beneficios para la salud. Según datos del USDA, una porción de este queso proporciona alrededor de 200 miligramos de calcio, lo que representa aproximadamente un tercio de la ingesta diaria recomendada. El calcio es esencial para mantener la fortaleza de los huesos y los dientes, y su consumo adecuado puede ayudar a prevenir enfermedades como la osteoporosis.

Además, un estudio publicado en la Journal of Translational Medicine en 2022 sugiere que el consumo de queso podría tener efectos positivos en la salud bucal, gracias a los probióticos inherentes presentes en este alimento. Se ha observado que el queso puede ayudar a reducir las caries, promover la remineralización dental y afectar positivamente el pH de la saliva.

La estigmatización de las grasas saturadas, asociadas comúnmente con los productos lácteos como el queso, podría ser un error si se generaliza. Investigaciones recientes, como la publicada en la revista Frontiers in Nutrition en 2022, han demostrado que el consumo de queso entero puede conducir a una reducción del colesterol LDL, conocido como "colesterol malo".

Por tanto, excluir el queso de nuestra dieta podría ser un error. Consumido con moderación y como parte de una alimentación equilibrada, el queso cheddar y otros tipos de queso pueden brindar una variedad de beneficios para la salud. Su versatilidad en la cocina lo convierte en un ingrediente valioso que puede mejorar el sabor y la calidad nutricional de numerosos platos.

Recetas con queso cheddar

Macarrones con queso al horno

• Cocina los macarrones según las instrucciones del paquete y escúrrelos.
• En una sartén, derrite mantequilla y agrega harina para hacer una roux.
• Vierte leche caliente poco a poco, revolviendo constantemente, hasta que la mezcla espese.
• Agrega una generosa cantidad de queso cheddar rallado y revuelve hasta que se derrita.
• Mezcla la salsa de queso con los macarrones cocidos y colócalo en un molde para hornear.
• Cubre con más queso cheddar rallado y hornea a 180 °C hasta que esté dorado.

Nachos con queso cheddar y guacamole

• Coloca nachos en una bandeja para hornear y cubre con queso cheddar rallado.
• Hornea hasta que el queso se derrita y los nachos estén crujientes.
• Sirve con guacamole casero (aguacate, tomate, cebolla, cilantro, limón y sal) o comprado y disfruta.

Burgers con queso cheddar y cebolla caramelizada

• Prepara hamburguesas con carne sazonada al gusto y cocínalas a la parrilla.
• Mientras tanto, carameliza cebollas en rodajas en una sartén con un poco de aceite y azúcar.
• Coloca una loncha de queso cheddar sobre cada hamburguesa justo antes de que estén listas.
• Sirve las hamburguesas en panes tostados y agrega la cebolla caramelizada por encima para obtener un toque dulce.

Palitos de queso cheddar

• Corta el queso cheddar en tiras largas y delgadas.
• Pasa los palitos de queso por harina, luego por huevo batido y finalmente por migas de pan o pan rallado.
• Fríe en aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes.
• Sirve con salsa al gusto.

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