¡QUÉ FÁCIL!
Freír con sal es posible: cómo se hace la técnica de suflado en seco
Existen multitud de trucos de cocina, sin embargo, muchos de ellos pueden suponer un alto contenido de grasas, por ello, a continuación, te contamos cómo realizar la técnica de suflado en seco de la forma más saludable posible con sal.
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A todos nos gusta ir a restaurantes y pedir platos poco comunes para probarlos. De hecho, gran parte de los platos gastronómicos son hechos con aceite, pero ¿qué otras posibilidades hay de cocinar platos sin aceite? Si nos sirven un alimento frito, damos por sentado que se ha cocinado con aceite. Sin embargo, existen otras formas de realizar un plato frito con un elemento que seguro que tienes en casa.
Se trata de la sal, una sustancia sólida que acumula bastante bien el calor, pero ¿cómo hacer la técnica de suflado en seco con esta sustancia? Para ello, necesitarás poner la sal a más de 800 grados hasta que consiga derretirse. En caso de ponerla en la sartén tendrá que alcanzar los 200 grados.
Y, es que, resulta que la sal es capaz de transmitir este calor acumulado a los diversos alimentos que se desee cocinar y sobre todo podrás evitar el cocinado con exceso de grasa, cosa que el aceite no puede.
Esta técnica recibe el nombre de suflado en seco y la clave de este método es que el alimento que se cocine esté totalmente seco. Para ello, debemos poner el fuego al máximo para subir la temperatura de la sal. Una vez que realicemos este paso, tendremos que meter el alimento que deseemos cocinar en la sal y removerlo para que no se pegue. Eso sí, una vez finalizado el cocinado tendrás que sacudir varias veces para retirar el exceso de sal.
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