¿Los sigues tú también?
10 hábitos de la gente delgada (que igual deberías adoptar si quieres perder peso)
A veces, nuestros hábitos nos delatan. Estos son habituales entre las personas que no tienen sobrepeso.
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Tener sobrepeso o no es una cuestión que no depende de que un día nos peguemos un atracón o bebamos una docena de cervezas. Es más una cuestión de hábitos diarios que cualquier otra cosa. Por eso, hemos recopilado un decálogo de comportamientos que siguen a rajatabla las personas delgadas y que parecen irles bien. Si te sobran unos kilitos, echa un ojo, porque igual deberías adoptar estas rutinas.
Cena temprano. Un estudio de la revista Obesity encontró un vínculo entre las personas que cenan tarde y las que suelen acumular grasa corporal a través del estudio de las pautas de comportamiento de medio centenar de personas. Una regla muy sencilla para no acumular kilos es dejar de comer al menos tres horas antes de irse a la cama.
Pésate a diario. Subirse a la báscula puede tener un efecto descorazonador, pero es también la forma más efectiva de controlar el peso. Científicos de la Universidad de Minnesota descubrieron que aquellos que revisan su peso a menudo se mantienen delgados durante más tiempo. Vigilarse periódicamente permite evitar que se nos vaya la olla ganando kilos sin darnos cuenta.
Si vas a cenar fuera, pide a la carta. Tanto los menús degustación como los combos pueden ser más económicos, pero, habitualmente, acumulan muchas más calorías de las que necesitamos. Por eso, si queremos vigilar nuestro peso, un buen hábito es el de elegir lo que queramos y necesitemos, aunque en ocasiones suponga pagar un poco más: nuestro cuerpo nos lo agradecerá.
Duerme de 6 a 8 horas. Un sueño reparador es un gran aliado en el control de peso, según han determinado numerosos estudios. Dormir menos de 6 euros cada noche hace que baje la fuerza de voluntad y aumente el apetito. Las personas que duermen poco suelen tener más tendencia a ganar kilos.
No comas mirando pantallas. Los expertos lo advierten: con el auge de las tabletas y de los móviles, ha aumentado el número de personas que comen o cenan mientras se centran en lo que está pasando en una pantalla. Un buen consejo es el de comer centrándose en el plato, en un ejercicio de 'mindful eating'. Esto ayuda a que no comamos más de la raya o que aumentemos la ración mientras seguimos una película, una serie o vemos vídeos.
Adopta rutinas y mantente fiel a ellas. Está demostrado que una dieta más 'aburrida' es menos atractiva. Es decir, cuantas menos novedades incluyamos en nuestra alimentación, menos comeremos y, por lo tanto, menos engordaremos. Las personas sin sobrepeso suelen seguir una alimentación con pautas más ordenadas, mucho menos permeable a modas y tendencias. Y, eso sí, se dan algún capricho de cuando en cuando.
Bebe agua. No se trata de beber agua por beberla, sino de, cada vez que vayamos a tomar algo, reemplazarlo por un vaso de agua. Esto permite evitar mucho café con leche -con azúcar extra-, refrescos ricos en edulcorantes variados o alcohol, que es uno de los mayores responsables de que las personas se echen encima más kilos de los que necesitan.
Come picante. El compuesto químico capsaicina, presente en chiles y pimientos, es lo que le confiere a dichos alimentos su carácter picante. Aunque la comida que pica suele tener mala fama de calórica -quizá debido a algunas creencias sobre la mexicana o la india-, la capsaicina tiene la capacidad de suprimir el apetito, por lo que tomar recetas 'fogosas' puede ayudarnos a mantenernos delgados.
Come integral. Suprimir los hidratos de carbono de la dieta es un consejo habitual de los nutricionistas, pero la realidad resulta más compleja que esa sencilla afirmación. Los hidratos de carbono complejos, como el arroz, la pasta o el pan integral, ayudan a mantenerse lleno durante más tiempo y, además, aportan fibra a nuestro organismo. Por eso, muchas personas delgadas no renuncian a ello.
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