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Seguro que hemos dado en el clavo

¿Haces dieta y no adelgazas? Es porque estás haciendo mal todas estas cosas

Lo típico. Te armas de valor y paciencia, limpias tu nevera y estantes tirando (o zampándote antes del día X) todos los alimentos azucarados, grasientos, poco sanos. Marcas en el calendario la fecha X y llegado el día empiezas: comida sana mañana, tarde y noche. Sin embargo, la báscula parece no darse cuenta de todas tus renuncias: la aguja no se mueve del peso que tenías antes de empezar, ni que la hubiesen pegado con pregamento.

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Si haces dieta y no adelgazas, hay una explicación y probablemente esté en una (o varias) de las siguientes razones.

1. Todo depende del significado que le des a la palabra “adelgazar”. ¿Bajar de peso? ¿Entrar en los vaqueros del invierno pasado, que ya no cierran? Pues tienes que saber que una cosa y la otra no van necesariamente ligadas. Nos explicamos. La grasa y el tejido muscular tienen una densidad diferente: un kilo de grasa ocupa más espacio que un kilo de músculo. Por ende, si tu báscula dice que no has adelgazado, pregunta a tus vaqueros. Igual ellos tienen otra opinión.

2. Si has descartado el punto uno, es que definitivamente estás haciendo algo mal en tu dieta. Y la explicación más frecuente es que no estás comiendo. ¿Comes algo a media mañana? ¿Meriendas? Comer más a menudo acelera nuestro metabolismo y en consecuencia quemamos más rápido las calorías que ingerimos. Además esto nos ayuda a no llegar con mucha hambre a las comidas principales, pudiendo consumir un plato equilibrado sin excedernos en las dosis. Merienda fruta, frutos secos y bebe mucha agua.

3. Consumes menos calorías de lo recomendado. Según tu ritmo de vida, si tienes un trabajo sedentario o no, si vas al trabajo caminando, si haces deporte, si tienes niños, tu aporte de calorías diarias recomendadas cambia. Si ingieres menos calorías de las recomendadas, tu cuerpo tiende a almacenar reservas. Come lo que necesites según tu estilo de vida.

4. Comes muchos alimentos light. Los alimentos light pueden tener una composición que no se ajusta a nuestras necesidades energéticas y nutricionales. Además, que sean light no significa que sean bajos en calorías, sino que tienen menos calorías que el producto original.

5. No te mueves lo suficiente. Hay personas que piensan: “el deporte no es lo mío”. Suelen ser aquellos que prefieren seguir una dieta muy estricta durante unos meses para adelgazar rápido y ahorrarse el gimnasio. Sin embargo, hacer dieta sin asociarla a una actividad física constante, aunque sea de baja intensidad, es una de las mayores causas de fracaso.

6. No tienes en cuenta las bebidas. Comes bien, desayunas y meriendas sano, no atacas la nevera a horas intempestivas, no le robas el chocolate a tus hijos… y aún así no adelgazas. Cuando cuentas las calorías ingeridas, ¿tienes en cuenta las bebidas? Las únicas bebidas que no engordan son agua, café solo y té (sin azúcar, miel o leche). Las demás tienen calorías y, si hablamos de las bebidas industriales, también un montón de azúcares.

7. Tomas mucho alcohol. Las bebidas alcohólicas adormecen nuestro metabolismo, además de tener muchas calorías. Es decir que engordan y además hacen que adelgacemos más lentamente.

8. Cambias tus horarios con frecuencia. Para educar tu metabolismo, lo ideal es que tengas unos horarios fijos de desayuno, comida y cena y que las meriendas más o menos se consuman a la misma hora.

8. Cuando dices que estás a dieta, ¿te refieres a una dieta hecha a tu medida por un profesional? Porque a menudo, cuando decimos que estamos a dieta es que hemos dejado de comer pasta, pan y queso y nos estamos atiborrando a ensaladas. Sin embargo, por todo lo que venimos diciendo en este post, cada persona tiene unas necesidades alimenticias distintas. Si quieres adelgazar, habla con un profesional. Puede que, en tu dieta casera, hayas excluido de tu alimentación algunas clases de alimentos fundamentales y estés haciendo muy malas combinaciones con el resto.

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