APRENDE A HACERLOS EN CASA
Helados, a examen: ¿engordan tanto como pensamos?
¿Son todos los helados bombas calóricas llenas de azúcar? Descubre cómo aligerar estas preparaciones haciéndolos en casa.
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Se acerca la época estival y con las altas temperaturas y el sol en lo alto del cielo no hay muchos alimentos que nos apetezcan más que los helados. Ya sean polos, cucuruchos, en crema, en tarrinas o con palitos de madera, resulta muy difícil resistirse a ellos, ya que además de ser deliciosos, nos ayudan a refrescarnos. Sin embargo, muchas personas creen que los helados son bombas calóricas que pueden arruinar la dieta a cada cucharada. ¿Qué hay de verdad en ello?
Está claro que sobrevivir al verano a base de helados no es lo más sano, pero como todo, dependerá del tipo de helado que tomes y de la frecuencia con la que lo hagas. No es lo mismo un helado de chocolate o turrón que uno de limón, al igual que no es lo mismo un helado industrial, que generalmente lleva azúcares añadidos y grasas saturadas, que uno artesanal, fabricado con ingredientes naturales.
Puestos a elegir, los helados con menos calorías son los polos de hielo, ya que hasta el 65 % de su composición es agua. Un polo de fresa, limón o naranja ronda las 80 calorías, frente a las más de 200 que aportan los helados con base de leche (conos o tarrinas). Además, se debe tener en cuenta que si son industriales, estos helados llevarán aditivos, compuestos que incrementan sus valores calóricos y los hacen mucho menos sanos.
Nunca está de mal un capricho, pero si este verano quieres disfrutar de los helados sin preocupaciones ni remordimientos, te recomendamos que los elabores en casa, de manera que sean mucho más ligeros y auténticos. ¿Sabes cómo hacerlos?
¿Cómo preparar helado en casa?
Resulta muy sencillo elaborar helados, ya que apenas necesitan agua, leche, nata y azúcar. Dependiendo del sabor que quieras, se pueden añadir otros ingredientes como yemas de huevo, frutas, chocolate, galletas, vainilla, yogur o frutos secos. Endulzados con una pizca de azúcar o miel y consumidos con moderación, los helados naturales – o artesanos- son un buen postre para cualquier persona que lleve una dieta sana.
La clave, como en todo, está en sustituir los compuestos industriales o artificiales por productos que no contengan tantas grasas y azúcares saturados: por ejemplo, puedes utilizar queso cremoso light o leche desnatada en lugar de leche entera, edulcorante o aroma de vainilla o canela para endulzar en lugar de azúcar, fruta fresca…
Para preparar helados en casa no necesitas heladeras ni ningún otro utensilio poco común en la cocina, basta con que tengas una batidora y un congelador con espacio de sobra. Mezcla los ingredientes que desees hasta que consigas una textura cremosa y uniforme, y después, enfríala el tiempo necesario hasta que quede helada.
Y, para evitar los cristalitos que estropean la textura y conseguir un helado extra cremoso, en el momento en que comience a congelarse (a la hora o así) remueve la mezcla. Vuelve a dejar congelar durante 1 hora y repite el mismo proceso. Haz esto mismo un total de 3 ó 4 veces.
Otra alternativa es volcar zumos de naranja o de fruta variada recién exprimidos en moldes para helados y meterlos en el congelador: tendrás polos helados similares a los que puedes encontrar en las tiendas pero con la mitad de calorías. ¿Y lo mejor? ¡Siguen estando deliciosos!
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