Hola, el plato de invención española que se "come" las calorías

¿Te imaginas que cada vez que te preparas la tostada con aceite del desayuno parte del aceite que resbala hasta el plato "desapareciera" por arte de magia a través de unos pequeños agujeritos? Eso es lo que pretende Hola, un plato que cuenta con 1.500 pequeños agujeros en su base para tratar de "comerse" las grasas extra que añadimos a nuestras recetas y que podríamos ahorrarnos perfectamente. Es el resultado del trabajo de un grupo de emprendedores españoles.

El proyecto resulta prometedor: Hola permite ahorrar entre 100 y 200 calorías por plato con su diseño, inspirado en los kamon, los escudos familiares japoneses. Al servir de sumidero para el exceso de aceite asegura que elimina un 30% de las calorías que puede tener un plato. Eso sí, sus efectos milagrosos se circunscriben a las recetas "aceitosas" tal y como señalan en su web. El proyecto, que ha contado con el apoyo de la Universidad del País Vasco, se ha inspirado en las esponjas de mar y su capacidad para absorber líquidos que hay en su alrededor.

Otro punto a favor de Hola es un fácil limpieza. A pesar de que da la impresión de que fregar un plato así podría equivaler a pasar la mopa por la Estrella de la Muerte, nada más lejos de eso. Se lava con total normalidad e incluso es apto para el lavavajillas. El precio de cada unidad arranca en los 18 euros, aunque, si se compran varios, se puede reducir hasta unos 13 euros, una cantidad más asequible. Antes de que gritéis '¡Callaos y tomad mi dinero!' hay que advertir de que sus creadores sostienen que Hola tampoco es un artefacto milagroso y que debe ser un arma más en un estilo de vida saludable y activo.

De hecho, pensar que Hola puede ser la panacea resulta un poco ridículo. Hay que tener en cuenta que hay platos como una hambruguesa doble con queso o una pizza sobre los que poco o nulo efecto podrá tener. Otro punto a discutir es si son en realidad las grasas lo más peligroso de una dieta. Eliminar aceite de oliva virgen extra quizá no sea lo más adecuado, porque, al mismo tiempo, podremos estar tomando hidratos de carbono de escaso valor nutricional y otras grasas que se comen en forma no líquida.

Sin embargo, se nos ocurre que este tipo de platos podrían tener mucho sentido en negocios hosteleros con una oferta basada en la fritura. Ahí, sirviendo de soporte a croquetas, calamares o chopitos, quizá es donde Hola pueda demostrar toda su fuerza. En casa, si hacemos un uso responsable del aceite, procurando elegir siempre opciones de calidad, y apostando más por recetas al horno que por fritos, quizá Hola no tenga mucho que aportar. Al final, todo depende del tipo de alimentación que siga cada uno a diario.