Las Jornadas del Lechazo de Ribera del Duero llegan a su ecuador

El lechazo es un cordero lechal de raza churra que se alimenta únicamente con leche materna y se sacrifica cuando alcanza un peso de entre cinco y ocho kilos, lo que da lugar a una carne tierna y melosa, de potente sabor, uno de los emblemas gastronómicos de la zona. Para elaborar correctamente un lechazo, debe hacerse en el horno de leña, con sal y agua, y posteriormente se vierte en una cazuela de barro.

Durante todos los fines de semana de febrero, diversos municipios vallisoletanos rinden homenaje a este producto mediante unos menús creados para la ocasión a 33 € por persona, compuestos de entrantes, plato principal, postre, vino de la Denominación de Origen Ribera del Duero, pan, agua y café o infusión. Todos ellos se caracterizan por basarse en la cocina tradicional pero dotarla de pinceladas vanguardistas, lo que da lugar a platos como la ensalada de mollejas de lechazo con cremoso Flor de Esgueva y jalea de uva (Hotel ATH Ribera del Duero), el paté de lechazo churro (Asados Alonso), el risotto "real" de lechazo asado y boletus a la cerveza (Residencia Real Castillo de Curiel) o las croquetas de lechazo (Posada de Pesquera).

Por si esto fuera poco, el lechazo se podrá degustar, además, en forma de tapa, en cualquiera de los bares participantes, que ofrecerán diferentes productos derivados del lechazo a precios ajustados. El precio de la tapa, acompañado de una copa de vino joven de la Denominación de Origen Ribera del Duero, será de 2,70 €, cosa que convierte la ocasión en un momento inmejorable para dejarse caer por una zona repleta de atractivos turísticos, tanto enológicos como gastronómicos y culturales.