ALGUIEN TENÍA QUE DECÍRTELO
Llevas toda la vida pelando mal las patatas
¿Cómo que pelar patatas es fácil? Pues tiene sus truquitos, que tú llevas toda la vida sin aplicar, lo que hace que estemos en condiciones de afirmar que NO TIENES NI IDEA DE PELAR PATATAS. Pero siempre hay algo positivo: todavía estás a tiempo de aprender.
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A continuación procedemos a enumerar todas las cosas que haces mal no solo al pelar patatas, sino también antes y después:
- Para empezar, no escoges las patatas adecuadas, lo que provoca que los platos no te salgan bien. No necesitarás el mismo tipo de patata para cocinar unas patatas fritas que una tortilla o para hacerlas al horno. Déjate aconsejar y escoge siempre las patatas más adecuadas para la receta que te traigas entre manos.
- Si tienes que pelar muchas patatas, no olvides el viejo truco que te ahorrará una buena cantidad de tiempo. Haz un corte en la piel de las patatas, ponlas a hervir unos segundos hasta que la piel se reblandezca, pásalas por agua fría y procede a arrancarles la piel con los dedos. Verás que saldrá sola y te ahorrarás un montón de trabajo.
- Parece una perogrullada, pero a veces las pasamos canutas pelando patatas simplemente porque no utilizamos el cuchillo adecuado. Asegúrate de tener siempre buenos cuchilos y bien afilados en casa, o si lo prefieres y te es más cómodo usa un pelador, pero que esté bien afilado también.
- Cuando vayas a pelarlas con cuchillo, no olvides limpiarlas antes con un cepillo destinado específicamente a la materia. A continuación, lávalas con la piel y acaba de quitarles la suciedad con una esponja. En el caso de que vayas a cocerlas y servirlas con piel, tienes que ser especialmente cuidadoso con este punto, para evitar que queden residuos. Una vez limpias, sécalas cuidadosamente con un trapo seco y limpio y pasa a pelarlas.
- No olvides que, en general, pero especialmente para recetas tan habituales como las patatas fritas o la tortilla, es importante que a la hora de trocearlas sean más o menos del mismo tamaño. Esto no significa que tengamos que medirlas al milímetro, pero sí intentar que no sean demasiado irregulares. La explicación es sencilla: una patata más grande y gruesa tardará más tiempo en cocerse, cosa que puede arruinar nuestra receta, ya que cuando las retiremos no todas las patatas tendrán el mismo tamaño.
- ¿No conoces el truco del estropajo? Pues cuando lo descubras se convertirá en tu principal aliado. Solo tienes que hacerte con un estropajo tipo Nanas, sin estrenar, y frotar la piel de la patata. Verás como poco a poco las vas eliminando sin apenas tener que hacer fuerza y, muy importante, sin llevarte por delante la mitad de la patata.
- Elimina bien cualquier imperfección o mancha, pues no hay nada que de peor impresión que una receta a base de patatas (y sabemos que estos días abunda mucho en forma de guarnición de platos navideños) en las que se vean golpes o algún resto de podredumbre.
-Una vez peladas, vuelve a lavar las patatas con la ayuda de un colador y sécalas cuidadosamente antes de trocearlas.
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