Es un mantra que escuchamos a todas horas
¿Es mejor el agua de mineralización débil?
"Agua de mineralización baja" leemos una y otra vez en las etiquetas del líquido inodoro embotellado. La pregunta es, ¿qué significa esto?, ¿es mejor? Veamos
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Parece que no contiene nada, pero el agua, en realidad, oculta mucho más de lo que pensamos bajo su apariencia de líquido inodoro, insípido e incoloro. En los últimos años, se ha puesto de moda en algunas aguas el mantra de "mineralización débil" como indicador con connotación positivas. Pero, ¿es verdad que es recomendable que el agua mineral que tomamos tenga estas características? Aquí van una serie de verdades sobre este tipo de aguas, apoyadas por la Asociación Española de Urología (AEU).
1. El residuo seco nos indica la mineralización del agua, es decir, la cantidad de minerales que se encuentran de forma 100% natural en las aguas minerales. Vale, esto es importante, porque el primer indicador es que este residuo son sales minerales naturales y en ningún caso se trata de impurezas. Su cantidad o variedad dependerá del origen del agua embotellada.
2. El sodio contenido en el agua mineral natural no constituye un riesgo para la salud. Beber dos litros diarios de agua mineral natural proporciona el 2% de la cantidad diaria máxima recomendada por la OMS. Es decir, se trata de una cantidad prácticamente anecdótica de un mineral que es absolutamente esencial en el funcionamiento de nuestro cuerpo. La cantidad de sodio en la mayor parte de las aguas minerales naturales españolas está en cantidades no significativas y es adecuada para aquellas dietas bajas en sodio.
3. El agua mineral natural contiene minerales esenciales como el calcio y el magnesio. Dependiendo de la composición y la cantidad consumida, el agua puede contribuir a cubrir parte de la ingesta mineral recomendada. Ojo, porque esto es importante en un país como España en el que hasta un 30% no cubre las necesidades diarias mínimas de ambos de minerales. En el caso de las mujeres embarazadas, por ejemplo, que necesitan un aporte extra de calcio en los primeros meses, el consumo de agua mineral está especialmente indicado.
4. La mineralización del agua mineral natural no es perjudicial para los riñones. No hay ninguna evidencia científica de que la mineralización del agua mineral natural conlleve un riesgo en la recurrencia de cálculos renales o que implique el deterioro de la función renal. Y aquí viene un dato importante: en pacientes con cálculos renales (a los que se suele incluir en aquellos a los que se recomiendan aguas de mineralización débil) la recomendación es mantener una ingesta diaria de entre 1.000 y 1.200 miligramos de calcio al día. Pues bien, parte de ese aporte puede venir del agua.
5. No hay evidencia científica alguna de que el agua de mineralización muy débil sea mejor para la salud en comparación con otras aguas minerales naturales. Recordemos: la mineralización del agua es simplemente responsable de su sabor. En este sentido, sí que existen estudios que señalan que las aguas percibidas como agradables y frescas por los consumidores son aquellas con mineralización débil pero se trataría únicamente de una preferencia, no de un indicativo de calidad.
Por tanto, podríamos decir que ni los enfermos renales, ni las mujeres embarazadas ni los niños necesitan forzosamente tomar aguas minerales de mineralización débil. Todas son beneficiosas para nuestro organismo y aportan una serie de minerales necesarios. Optar por unas con mayor o menor residuo es, simplemente, una elección personal. ¿Un vasito?
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