Así de fácil, amigos.
Oler la comida puede ayudarte a perder peso
Además, no hace falta irse a por nada exótico... hay alimentos que tienes en el frigo y que te pueden ayudar.
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La dieta paleo, la Atkins, la 5:2, la de la sopa... todas las fórmulas para perder peso suelen fijarse en aquello que comemos. ¿Qué sorpresa, verdad? Que justamente las dietas se centren en las cosas del papeo. Pero, ¿y si os dijéramos que hay otras fórmulas que no pasan sí o sí por aquello que nos metemos en el buche? De hecho, hay diversos estudios que aseguran que oler alimentos puede hacerle creer a nuestro cerebro que ya hemos comido por lo que puede ser un buen método para adelgazar.
Seguramente os estaréis preguntando... ¿qué tipo de comidas son? ¿Vale cualquiera? Hay un estudio que se topó con que todas aquellas personas que aspiraban pimienta cada dos horas terminaban comiendo 2.700 calorías menos por semana de lo que era habitual en ellas. Si tenemos en cuenta que son prácticamente 400 gramos cada siete días podemos hacernos idea de la efectividad del método... Al parecer la pimienta no es la única aliadas en esto de la 'aromadieta'.
Aceite de oliva. Un estudio desarrollado por el Centro de Investigación de la Química de los Alimentos de Alemania estableció que oler aroma a aceite de oliva virgen extra podía hacernos sentir más llenos. Para ello, hicieron un experimento con yogures a los que se había añadido esencia de aceite de oliva y yogures a los que no. Los que tomaron los segundos sintieron menos hambre.
Ajo. De acuerdo con una investigación publicada en 2012 en la revista Flavour, los aromas fuertes inducen a comer porciones más pequeñas. Por ello, aspirar los olores de chiles, ajo o cebolla puede inducir a comer menos y, por tanto, a bajar de peso.
Plátanos y manzanas verdes. La fruta mola. Incluso solo para olerla. Una investigación de la Smell & Taste Treatment and Research Foundation descubrió que las personas son sobrepeso que olían plátanos o manzanas verdes acababan perdiendo más peso que aquellas que no lo hacían. La teoría es que oler estos aromas podría modificar el apetito.
Hinojo. Este vegetal crujiente lleva siendo utilizado desde siempre por los italianos como un limpiador natural del paladar entre platos. Además, según el West Coast Institute of Aromatherapy, funciona como un supresor del apetito. Cuando apriete el hambre, nada como aspirar el aroma del hinojo. Las ganas disminuirán como por arte de magia.
Pomelo. Esta fruta, fuente importante de vitamina C y de licopeno, funciona como un depresor del apetito, algo que no sorprende mucho, ya que suele ser una fija en casi todas las dietas. Para ello, solo hay que olerla de cuando en cuando: la causa, al parecer, tiene que ver con como el aroma interactúa con las enzimas del hígado. Esta asociación fue el resultado de una investigación desarrollada en la Universidad de Osaka en Japón.
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