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Oye, que unos científicos dicen que las patatas fritas son SANAS
Un estudio de la Universidad de Toronto descubre que, cuando se trata de ponerle guarnición a un plato de carne, las patatas fritas son más saludables que el arroz o la pasta.
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No hay muchas comidas con una mala fama tan horrible como las patatas fritas. Es mencionarlas y aparecen un millón de nutricionistas con antorchas en la mano dispuestos a arrojarlas a la hoguera. Para después no comérselas, claro. Por eso, cuando uno se desayuna con el notición de que científicos de la Universidad de Toronto han publicado un estudio que defiende las patatas fritas, no queda más que regocijarse.
Lo que dice el estudio NO es que podamos atiborrarnos de patatas fritas como si no hubiera un mañana. No, no se trata de eso. La clave es limpiar un poco la reputación de uno de los platos más vilipendiados y que, sin embargo, no podemos dejar de amar. Lo que sí deja clara la publicación es que las patatas fritas son un hidrato de carbono más saludable que otras fuentes de almidón. En concreto, los investigadores de la Universidad de Toronto hablan de nuestras doradas amigas en comparación con el arroz o la pasta. Sí, la santa trilogía del placer culpable.
El estudio se llevó a cabo de la siguiente manera: a 20 niños, con edades comprendidas entre 10 y 13 años se les ofrecieron cinco comidas; en tres de ellas había patatas y en otras dos, no. El truco, sin embargo, era que antes de comenzar a comerse sus raciones de hidratos de carbono debían apretarse 100 gramos de albóndigas de carne. De esta manera, se aseguraba que las proteínas, que también satisfacen al ser ingeridas, se comían antes que los hidratos de carbono. Pues bien, lo que se comprobó fue que aquellos que tomaron patatas fritas mostratron niveles más bajos de glucosa e insulina, de entre todas las fuentes de almidón que se probaron.
Además, los expertos aseguran que hay más nutrientes en las patatas fritas que en la pasta o el arroz. No hay que olvidar que las patatas tienen más vitamina C que las naranjas o los plátanos. Al fin y al cabo, se trata de vegetales. El consejo final por parte de los científicos es que las patatas fritas no son el mal y que, incluidas en un plato de comida completo en el que también haya proteínas (ya se trate de albóndigas, pescado o tofu), podremos tomar una comida completa. Y, recordemos, todo hace indicar que parecen una alternativa más saludable a la pasta o el arroz. O, al menos, eso dice este experimento…
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