Sin pajita, por favor: estos son los motivos por los que no deberías usarla más

1- Para empezar, hay un motivo fundamental para evitar las pajitas y es que son altamente contaminantes. No nos imaginamos la cantidad de pajitas que se usan diariamente en el mundo (en Estados Unidos 500 millones en un solo día, lo que supone un impacto terrible para el medio ambiente), y lo fácil que es eliminar su uso sin apenas echarlas de menos. De hecho, parecer ser que las pajitas son el cuarto residuo que más se halla en las playas (después de colillas, elvoltorios de bocadillos y tapones), y en muchos países del mundo ya se ha iniciado el movimiento 'Mejor sin pajita'. No cuesta nada.

2- Tampoco te emborracha más, es una leyenda urbana. Muchos jovenzuelos (y otros que no lo son tanto) recurren a la pajita con el objetivo de coger antes ese punto que les hace mucho más amigables y desinhibidos. Creen, como tanta gente, que el alcohol sube más con pajita, toda una leyenda urbana que ha ido calando de generación en generación. La única manera de emborracharse antes es beber rápido (habría que plantearse de dónde demonios viene ese deseo de algunos de emborracharse a toda costa), y la pajita no va a servir para nada. Así pues, adiós muy buenas.

3- Favorece la aparición de gases. Beber con pajita hace que nos entre aire en el aparato digestivo y ya la tenemos liada. Si eres de los que te quejas de gases o hinchazón, te levantas con el vientre liso y a lo largo del día se te va hinchando, debes dejar ya de beber con pajita. Este gesto, así como llevar una alimentación adecuada, te ayudará a controlar los gases y a sentirte muchísimo mejor.

4- Favorece la aparición de arrugas alrededor de los labios. El constante fruncimiento de labios para beber con pajitas ocasiona la aparición del llamado código de barras en el labio superior, en el caso de las personas que lo hacen con frecuencia.

5- Es cierto que los dentistas recomiendan usar pajita cuando bebemos refrescos azucarados, ya que evita que se dañe el esmalte de los dientes, que salgan manchas y previene la aparición de caries. Y es cierto, aunque en realidad lo que debemos hacer es evitar la ingesta de refrescos azucarados en nuestro día a día, que nos aportan calorías vacías y una gran cantidad de aditivos y azúcares añadidos totalmente innecesarios. Los refrescos deberían de ser, pues, productos de consumo muy pero que muy esporádico.