Patatas al puñetazo: una forma divertida de cocinar este tubérculo

Fritas, a la riojana, panaderas… Sin duda, la patata es uno de los alimentos estrella, algo que siempre debemos tener en nuestra despensa porque nos puede salvar más de una comida.

Gracias a su sabor neutro y a la capacidad de adaptabilidad, podemos realizar millones de recetas con este vegetal. Para variar un poco su consumo, te traemos una superidea que seguro que vas a querer replicar.

Un producto muy sano

La patata es un tubérculo primo del boniato y la yuca, formado sobre todo por agua. Además, es un vegetal con una gran cantidad de carbohidratos, potasio y magnesio, por lo que sin duda es una fuente de nutrientes importante, que nos carga de energía y de vitamina C, la cual resulta fundamental para tener unos huesos y dientes fuertes, entre otras muchas cosas.

Perfectas para todos

Gracias a su composición, la patata es un ingrediente muy recomendado para los niños, porque además es un producto agraciado que se puede adaptar a todos los gustos. De todas formas, al tratarse de una verdura, puede que se generen ciertos prejuicios alrededor si no la ofrecemos en forma de patata frita en las edades más tempranas.

Para que las podamos comer de una manera más sana e incentivar su consumo, María Marín ha compartido a través de su cuenta @cenasparapeques una receta riquísima a base de patata. Es de lo más sencilla y divertida, por lo que puedes aprovechar para elaborarla con tus hijos y así pasar un rato muy agradable con ellos.

¿Por qué "al puñetazo?"

Si la receta es especial, no podía tener un nombre corriente. "Al puñetazo" expresa perfectamente la técnica que vamos a usar para poder obtener este tipo de chips gruesas, ya que debemos aplastar las patatas obligatoriamente con la ayuda de un utensilio. Aun así, debemos ir con cuidado, pues el chafado debe ser sutil. Si ejercemos demasiada presión, realizaremos un agujero en la patata y el resultado no será el esperado.

Cómo elaborar patatas al puñetazo

Ingredientes:

• Patatas, preferiblemente baby, pero pueden ser de cualquier variedad mientras tengan dimensiones parecidas.
• Especias. Las que más te gusten (ajo en polvo, perejil, orégano y pimentón dulce, por ejemplo).
• Aceite de oliva virgen extra.
• Queso rallado.

Elaboración:

1. Lava las patatas y cocínalas. Lo mejor es que lo hagas al vapor, aunque si las cueces debes procurar que no se ablanden demasiado.

2. Pon las patatas cocinadas en una bandeja sobre papel de horno y con la ayuda de un vaso, aplástalas.

3. En un bol, echa unas cucharadas de aceite de oliva y mézclalo muy bien con todas las especias que hayas elegido.

4. Pinta tus patatas chafadas con la mezcla que has elaborado.

5. Echa un poco de queso rallado por encima.

6. Precalienta el horno a 200º y hornea las patatas alrededor de 25 minutos, aunque los tiempos pueden variar. Por ello, sácalas cuando estén tostadas.

Un aperitivo sensacional

Sus pequeñas porciones son ideales para que las ofrezcas como aperitivo en una comida con amigos, pero también las puedes servir como acompañamiento para algunas carnes y pescados, porque sin ninguna duda, la mezcla de sabor gustará a todos.

El crujiente simulará las típicas patatas fritas de bolsa, pero mucho más sanas, con un gusto especial y personalizables. No dudes en mojarlas en salsa tártara o con un poco de guacamole para darles un toque fresco.

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