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¿Sabe mejor el filete al que le ponen música?

¿Ponen las gallinas más huevos si escuchan a Kenny G?

Hay una tendencia creciente a ponerles musiquita a los animales para que den más huevos o su carne sea más sabrosa. ¿Tiene sentido o esto o es solo una tontuna?

-gallinas

Su felicidad influye directamente sobre tu tortilla, aunque no lo creas. Cocinatis

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Aclaremos conceptos: no nos referimos a que te comas un filete de buey mientras escuchas a Pavarotti. Nos referimos a esos modos de crianza, tan de moda se diría, en los que los ganaderos les ponen música a los animales, por ejemplo. O les compran juguetitos para que retocen por el campo, si buscáis más ejemplos. Porque, ¿saben mejor esos productos si en la época de crianza del animal se les ha tratado entre algodones, con un hilo musical variado que va desde Mozart a Lady Gaga? Salimos de dudas y lo consultamos con un nutricionista y un chef.

El señor wagyu, al que cuidan de primera.
El señor wagyu, al que cuidan de primera. | Wikipedia

Lo comenzamos a oír con la carne de Kobe, que si masajeaban a estos animales, que si les daban cerveza para que su carne fuera de mayor calidad y todo tipo de, vamos a decir, “excentricidades”. Y desde entonces, las estrategias similares han crecido como los champiñones: hace unos años unas granjeras gallegas ponían música a sus vacas, cada una de las cuales contaba con una madrina famosa, por cierto, y luego vendían su leche, ecológica, al grupo francés President. Otros gallegos, conocidos sobre todo por sus huevos, disponen de una piara de cerdos muy especial, por algo lleva el denominativo “Selecta”: Coren puso en el mercado carne de cerdos que se crían al aire libre. En las granjas disponen de juguetes como pelotas, troncos de árboles, mordedores, música clásica y otras comodidades. Y respecto a su alimentación, ingieren sobre todo cereales y castañas, que se cuecen y pelan para evitar así su amargor, lo que, según los responsables del grupo, da un cierto sabor dulce a la carne. “Con una crianza feliz se reduce la producción de cortisol, la hormona del estrés, y se generan hormonas que elevan los niveles de felicidad, lo que se traduce en una carne más sabrosa”, comentan en la empresa.

No son los únicos en hacer esto en nuestro país: Granjas Redondo, en Ávila, hace años que implantó granjas de bienestar animal para sus gallinas. Pero no solo eso: los animalitos disponen de hilo musical. “Escuchan de todo, sobre todo ópera, para que se acostumbren a la voz humana. Hombre, rock estridente no le ponemos. El huevo no es mejor, pero las gallinas sí son más felices y según un estudio de la Universidad de Bristol, la música clásica aumenta un 6% la puesta”, comenta César, el dueño. De hecho existe un disco de música solo para gallinas, ahí es nada…

Gallinas en una granja
Gallinas en una granja | EFE | Archivo

Pero, ¿cuánto tienen de marketing estas estrategias? Los animales indudablemente, están más felices, pero, ¿eso se traduce en que el alimento resultante sea mejor, tiene más calidades nutritivas? “Sí podemos decir que cuando es mayor el bienestar animal mayor es la calidad del producto final”, dice Laura I. Arranz, doctora en alimentación y nutrición. “Pero los factores que van a generar ese bienestar animal son que tengan el suficiente espacio vital, que reciban horas de luz solar, que reciban una alimentación saludable y libre”, añade. ¿Y la música influye? “El hecho de aplicar música en las granjas con el objetivo de mejorar la calidad de la carne es algo que no es del todo coherente ni está demostrado”, comenta.

El chef Joan Abril, de Ca Joan, también lo tiene claro: “Los animales tienen que estar tranquilos, ese es el punto de partida, la base es que tengan una buena alimentación, pero de ahí a que les pongan música. La música hay que dejarla para los viernes por la noche”, finaliza. Así las cosas, parece que el resultado no será mejor en plato pero oiga, que los animales estarán más felices… Y eso también importa.

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