CONSEJO
Por qué no es bueno recalentar el café
Hay acciones que se hacen habitualmente y que pensamos que no tienen consecuencias cuando sí las tienen; calentar el café es una de ellas.
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Quien más o quien menos ha dejado que el café se le enfríe y acto seguido ha ido a calentarlo por segunda vez o le ha sobrado y ha querido guardarlo para más adelante, pero esta no es una acción tan insignificante como podemos pensar de primeras. Esto se debe a que hay una corriente actualmente que afirma que recalentar el café no es especialmente bueno.
El mejor momento para tomar el café es recién hecho, ese es el instante en el que cuenta con mayor sabor y cuando más propiedades nutricionales tiene. Desde ese momento, al igual que les pasa a frutas como la manzana, comienza a oxidarse progresivamente. En el caso de la fruta el proceso es visible, pero en el del café no lo es. El oxígeno del aire y que tiene el propio agua con la que se hace el café hacen que este pierda sabor y se amargue.
Lo que provoca que calentemos el café por segunda vez es que adelantemos este proceso. Los posos también vuelven a activarse cuando ya se han usado, por lo que se quemarán, dejando el café con sabor a quemado, muy lejos de su sabor original.
Es por esto que la mejor forma de volver a calentar el café es no haciéndolo de forma directa. Esto significa que para mantener el sabor y la cremosidad se puede calentar echándole leche o agua caliente. Así mismo el líquido sigue estando caliente y el sabor no se ve perjudicado. Esta idea es igualmente aplicable a postres como el tiramisú, cuyo ingrediente protagonista es el café.
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