¿Qué es mejor para mi alimentación, beber leche de vaca o de avena, soja, almendras, arroz...?

Desde hace algún tiempo, la leche comparte estantería en los supermercados con las bebidas vegetales, llamadas coloquialmente también "leches". Las hay de avena, de soja, de almendras, de arroz... Muchas personas han modificado sus hábitos de consumo, dejando de lado la leche de vaca y optando por estas alternativas de origen vegetal. Los motivos son de lo más variado: hay quien lo ha hecho por alergia, por intolerancia a la lactosa o simplemente por moda. Pero, ¿tiene sentido modificar este hábito alimenticio cuando no hay motivo médico por medio? ¿Son las bebidas vegetales y la leche de vaca iguales nutricionalmente? ¿Y cuántas calorías aporta cada una?

Vamos a empezar por lo más anecdótico: el número de calorías.La leche de vaca posee 65 calorías por cada 100 gramos. La totalidad de bebidas vegetales aportan un menor valor calórico, empezando por la de arroz, que se quedan en unas 49 calorías por cada 100 gramos. La leche de avena no pasa de las 43 calorías, la de soja se sitúa en unas 40 -dependiendo de las marcas, pueden ser algunas más o algunas menos-, y, finalmente, la de almendras es la menos calórica, con unas 24 calorías por cada 100 gramos. En este caso, y si nos fijamos únicamente en el aporte calórico, la elección estaría clara: la de vaca es, con diferencia, la que más engorda.

Pero, ¿son nutricionalmente las bebidas vegetales iguales de completas que la leche de vaca? Para empezar, hay que decir que la leche de vaca posee, de forma natural, un alto contenido en calcio, proteínas vitamina A, vitamina D y fósforo. Esta combinación hace que sea un alimento nutricionalmente interesante. La leche de soja, por ejemplo, suele contener calcio añadido para tratar de equipararse a la leche de vaca. En proteínas puede asimilarse a la leche de vaca, ya que contiene una buena cantidad. También se le añaden vitamina A y D, con lo que, desde un punto de vista nutricional, se sitúa en unos parámetros muy similares a los de la leche de vaca.

¿Qué pasa con el resto de las bebidas vegetales? En el caso de la leche de almendras, el problema es el bajo nivel de proteínas que contiene, lo que la hace menos aconsejable. Ojo al contenido de almendras: se debe especificar porcentajes y hay marcas en las que éste es paupérrimo. En el caso de la leche de avena, la falta de proteína vuelve a ser un problema, unido al hecho de que la cantidad de azúcar añadido se dispara hasta el doble, con 6 gramos por cada 100. Finalmente, la leche de arroz tiene en su contra su alto contenido en hidratos de carbono y azúcar, que es superior incluso al de la avena. Además, el nivel de proteínas vuelve a ser ínfimo (es la que menos tiene con apenas un 0,1).

Resumiendo, podríamos decir que tanto la leche entera como la de soja son, desde un punto de vista nutricional, recomendables. El problema con el resto reside en que apenas tienen proteínas, con lo que este déficit debería paliarse por otro lado en la dieta. Al mismo tiempo, conviene vigilar, en el caso de la bebida de almendras, el contenido de este fruto seco en la mezcla final, no vaya a ser que, al final, estemos tomando un complejo vitamínico diluido en agua con un ligero saborcillo a almendras. La elección, como es lógico, corresponde al consumidor.