Ojo, que es muy fácil ir por la vida con déficit
¿Qué es la vitamina D y en qué alimentos se encuentra?
La vitamina D es fundamental para garantizar la absorción del calcio y el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de la absorción intestinal del fósforo. Se obtiene a través de numerosos alimentos y, sobre todo, a través de la exposición a la luz solar.
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Los alimentos con más vitamina D son los pescados como el salmón, las sardinas, el atún o la caballa, aunque también encontramos esta vitamina en la leche y los lácteos en general. Los huevos y las setas también aportan, aunque en menor medida, una vitamina que puede lograrse tanto a través de la alimentación como mediante la exposición a los rayos solares. De hecho, mediante una exposición diaria de unos 15 minutos a los rayos solares, se supone que nuestro cuerpo ya es capaz de producir la vitamina D necesaria para fortalecer nuestros huesos, garantizar la absorción del calcio y el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
El déficit de vitamina D se vincula al sobrepeso, y a estados anímicos de tristeza y abatimiento. Es especialmente importante en las personas mayores, que suelen tener más problemas para la absorción de calcio, pero también en muchas personas jóvenes que no suelen exponerse al sol, especialmente en algunas épocas del año. Obviamente, el déficit de vitamina D entre la población tiene mayor incidencia en unos países que en otros –en los que tienen menos horas de sol–, y es conveniente aclarar que si tomamos el sol a través de una ventana no vamos a suplir esta carencia, pues la vitamina D sólo se logra a través del contacto directo con los rayos del sol. Quienes tienen deficiencia de vitamina D suelen tomarla en suplementos (y alimentos fortificados), que pueden ser de dos maneras: D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol). Ambas aumentan la concentración de vitamina D en la sangre.
Las personas de piel oscura tienen más problemas para generar vitamina D a través de los rayos solares, lo mismo que las personas obesas, pues la grasa de su cuerpo se adhiere a cierta cantidad de vitamina D e impide que ésta llegue a la sangre. En líneas generales, las mujeres suelen presentar mayores carencias de vitamina D, lo mismo que las personas mayores, que deben vigilar especialmente para evitar enfermedades como la osteoporosis.
Los niños también pueden ser un público de riesgo, según un estudio que acaba de presentar la Asociación Valenciana de Pediatría, que asegura que un 25% de los menores de esta comunidad padecen un déficit de esta vitamina a causa de la excesiva preocupación de los padres por los efectos adversos del sol. En este sentido, la pediatra Pilar Codoñer, responsable del estudio, ha instado a los padres a dejar que sus hijos jueguen más horas al aire libre, siempre en los momentos del día de menos calor y, por tanto, de menor peligro de los rayos solares.
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