ALTERNATIVAS VÁLIDAS

Quesos que sí puedes comer si eres intolerante a la lactosa

Ser intolerante a la lactosa provoca que se tengan que reducir de la dieta ciertos alimentos, como por ejemplo, el queso. Aun así, hay algunos tipos que son aptos para personas con esta intolerancia. En este artículo, te decimos algunos de ellos.

Queso manchego curadoFreepik

Crema de cacao casera y sin lactosa

La lactosa es un azúcar que está presente en la leche y otros productos lácteos que provoca intolerancia a muchas personas, tanto en nuestro país como en todo el mundo. Esto les ocurre por tener un déficit de lactasa, que es la enzima encargada de descomponer la lactosa en el intestino delgado.

Las personas que sufren esta intolerancia (a lo mejor tú eres una de ellas) saben (sabrás) que provoca hinchazón, dolor abdominal, gases y diarrea, y, como consecuencia de ello, deben cambiar la dieta para evitar alimentos como el queso.

Ahora bien, hay algunos quesos que sí son aptos para estas personas debido a su proceso de fabricación y maduración, ya que contienen cantidades muy bajas de lactosa. Por ejemplo, durante la fermentación, las bacterias convierten la lactosa en ácido láctico, reduciendo así la cantidad. Si eres intolerante y amante del queso, debes saber que cuanto más madura un queso, menos lactosa tiene porque esta se va descomponiendo.

A continuación, te vamos a dejar una relación de algunos quesos que pueden comer las personas intolerantes a la lactosa. Como verás, no solo son quesos curados o muy curados, también los hay blandos y semiblandos, permitiendo así, ampliar el abanico de posibilidades.

Los quesos aptos para las personas intolerantes a la lactosa

Otra de las recomendaciones es comer quesos hechos con leche de oveja o de cabra, ya que contienen menos lactosa, entre los que se encuentran el feta tradicional y el pecorino romano.

Por su parte el emmental suizo y los quesos azules (como el roquefort o el gorgonzola) reducen la lactosa mediante la fermentación y la maduración, respectivamente. Asimismo, las variedades más añejas del gouda tienen menos lactosa.

La Asociación de Intolerantes a la Lactosa España (ADILAC) ha recogido en su web, citando a la página Directo al Paladar, otras variedades:

Manchego. Empezamos por una variedad de nuestro país. Es un queso graso elaborado con leche de oveja manchega y madura entre 30 días y dos años. El mejor para los intolerantes a la lactosa es el que esté más curado.

Cheddar. Al ser un queso madurado durante meses o años, la lactosa prácticamente desaparece. Como curiosidad, destacan que el mejor cheddar es el que se hace artesanalmente en el condado de Somerset, en Reino Unido.

Parmesano. Es un queso con un proceso de maduración muy largo y lento que hace bajar a niveles muy bajos la presencia de lactosa (menos de 1 mg por 100 g de queso). Alertan de que hay que asegurarse de comer el queso original por ser uno de los quesos más falseados del mundo.

Gruyère. Sobre este queso suizo (del cantón de Friburgo) explican que no contiene lactosa (incluso en la etiqueta queda este dato reflejado) porque cuando lo elaboran se metaboliza completamente "en ácido láctico por las bacterias lácticas".