IMPOSIBLE RESISTIRSE
Receta casera de pan con masa de cruasán
Algunas marcas comerciales han puesto a la venta pan de molde con masa de cruasán y están teniendo un éxito extraordinario. En este rectes te proponemos hacer la versión casera de esta elaboración y, por lo tanto, más saludable. Si pensabas que no había nada más delicioso que un cruasán, te convencemos de todo lo contrario.
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La masa crujiente con sabor a mantequilla tan característica del cruasán conquista a todos los paladares, esta es, definitivamente, uno de los placeres dulces más tentadores e imposibles de resistir. No obstante, estamos acostumbrados a encontrar la masa de cruasán exclusivamente en este tipo de elaboración de origen francés. Pero, ¿y si te dijéramos que puedes hacer un sándwich con su misma masa?
Ahora que algunas marcas comerciales han lanzado a la venta panes de molde con masa de cruasán (sí, has leído bien, pan de molde cortado a rebanadas igual de crujiente que un cruasán) y que están teniendo un éxito extraordinario entre los consumidores, en NovaMás nos hemos querido sumar a esta tendencia culinaria.
Pero en este artículo te proponemos elaborar una versión casera de esta elaboración y, por lo tanto, más saludable que las alternativas comerciales. Advertimos que es una receta un poco costosa y que, sobre todo, necesita tiempo y paciencia, pero el resultado vale la pena. ¿Te animas?
Receta de pan con masa de cruasán
Ingredientes:
- 62 g azúcar
- 600 g harina
- 10 g sal
- 336 g mantequilla
- 45 g mantequilla a temperatura ambiente
- 12 g levadura seca
- 168 ml leche
- 168 ml agua
- 1 huevo para pintar
Elaboración:
1. En un recipiente, agrega la leche con el agua y calienta la mezcla, sin que llegue a hervir. Acto seguido, añade la levadura seca y deja que repose durante unos minutos.
2. En otro recipiente, mezcla la sal, la harina, el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente. A continuación, intégralo con la anterior mezcla de leche y agua, y amasa el contenido hasta obtener una pasta homogénea y de consistencia uniforme.
3. Envuelve la pasta en papel film y deja que repose en la nevera durante un mínimo de 12 horas.
4. Pasado este tiempo, extiende la porción grande de mantequilla (los 336 gramos) y colócala entre dos hojas de papel de hornear para que no se pegue. Asegúrate de que este trozo grande de mantequilla tenga forma rectangular, puedes ayudarte con un rodillo. A continuación, pon esta mantequilla en la nevera durante unos 15 minutos.
5. Es el momento de sacar la masa del frigorífico. Ahora, también con la ayuda de un rodillo, debes darle a la masa forma de rectángulo.
6. Una vez la tengas lista, coloca la porción grande de mantequilla en el centro de la masa y cierra los vértices del rectángulo, de modo que la mantequilla quede totalmente cubierta por la pasta.
7. De nuevo, estira esta pasta hasta formar un rectángulo utilizando el rodillo. Para seguir con este proceso, lleva los dos extremos del rectángulo hacia el centro, de tal modo que los pliegues queden uno encima del otro. Vuelve a dejar que la masa repose tapada en la nevera durante 30 minutos.
8. La fase de los doblados aún no ha terminado. Transcurrida media hora, debes volver a estirar la masa de cruasán en forma de rectángulo, volver a llevar los extremos hacia el centro y volver a dejarla 30 minutos en el frigorífico. Este proceso de estirar en forma de rectángulo, doblar y refrigerar deberás repetirlo hasta 3 veces más.
9. Una vez hayas llegado hasta aquí, envuelve la masa con papel de aluminio y deja que repose en la nevera durante 12 horas más.
10. A continuación, coloca la masa en un molde rectangular cubierto con papel de horno. Pero antes de hornear la pasta debes dejar que ésta repose unas 2 horas a temperatura ambiente.
11. Pasado este tiempo, pinta la superficie de la masa con huevo batido y, ahora sí, hornéala durante 45 minutos a 190ºC con calor por arriba y por abajo.
Cuando ya esté cocida podrás disfrutar tu masa de cruasán con lo que más te guste. Puedes cortarla a rodajas y untarla con crema de cacao y avellanas o con mermelada. Incluso puedes combinarla con lonchas de jamón y queso, como los cruasanes salados. Sea cual sea tu elección, verás como el tiempo invertido habrá valido la pena. Esta elaboración te enamorará.
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