Receta de jamón york casero

En el mundo de la gastronomía, hay pocas cosas tan satisfactorias como hacer tus propios alimentos en casa. Además de tener el control total sobre los ingredientes que utilizas, la sensación de logro es incomparable: ¡te sientes una auténtica chef! Hacer con tus propias manos un pan bien jugoso, untarlo con tu mermelada de aprovechamiento o sorprender a tus invitados con un guiso de albóndigas para chuparte los dedos.

¿Sabías que también puedes elaborar tu propio embutido? Otra de las delicias que podemos hacer en casa de forma sorprendentemente sencilla es el jamón york. Sí, como lo lees. Con tan solo un producto, puedes conseguir un kilo de esta comida sin aditivos y sin azúcares innecesarios. No volverás a comprar nunca más el del supermercado. ¡Muy atenta a la receta!

¿Qué parte del cerdo se usa para hacer jamón cocido?

Según cuenta el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el jamón york se elabora a partir de la mezcla de carne de pierna de cerdo sin ligamentos, grasa y tendones. El proceso de cocinado es sencillo: hervirla, salarla y embutirla en una funda sintética o lata. Evidentemente, hay tipos y tipos, que pueden ser mejores o peores según la calidad del jamón.

A pesar de su origen, no conseguiremos nuestro jamón cocido casero con esta mezcla, vamos a optar por una parte específica del cerdo: la aguja, que se encuentra en la parte superior del cuello, justo al inicio de las costillas del animal. Se trata de una carne muy jugosa, con buena infiltración grasa y con la que podemos conseguir una textura y un sabor muy fiel a la del jamón. Además, optamos por una técnica de cocinado concreta: al vacío. Puede parecer complicado, pero es más fácil de lo que piensas.

Cómo elaborar jamón york en casa

La receta en cuestión pertenece a la usuaria de Instagram @clarapvillalon. Para conseguir este fiambre natural, tan solo necesitamos dos productos y seguir un paso a paso muy sencillo. Eso sí, hay que tener en cuenta que se trata de una receta poco laboriosa, pero bastante larga. Al menos, tras el proceso conseguiremos ingerir un producto con mayor cantidad de carne que la que suelen contener los embutidos que venden en el supermercado.

Ingredientes:

• 1 kg de aguja de cerdo.
• 60 g de sal.

Preparación:

1. El primer paso es cortar por piezas la aguja de cerdo, pues la pieza entera suele ser bastante grande. Luego, embadurna bien cada cara de la carne con la sal.

2. Coloca la aguja de cerdo ya salada en una bolsa de vacío termorresistente y envasa cada porción por separado. Si no tienes una máquina de vacío, puedes comprar bolsas y pedirle a tu carnicero de confianza si te puede hacer el favor.

3. Debes cocinar la carne a baja temperatura, a 60°C durante 8 horas. Eso garantizará que la pieza quede tierna y sabrosa.

4. Tras el cocinado, enfría rápidamente la aguja de cerdo en agua fría sin sacarlo de la bolsa. De esta forma, frenamos en seco el proceso de cocción y la carne no se pasará de punto.

5. Deja reposar la pieza en la nevera durante al menos 1 día, para que los sabores sean más intensos.

6. Tan solo queda disfrutarlo. Lo puedes lonchear con un cuchillo o una máquina para embutidos y guardarlo envasado si quieres conservarlo una semana. También puedes especiarlo a tu gusto.

Puedes usarlo en sándwiches, ensaladas o simplemente servirlo como aperitivo. Sin duda, tanto su color rosado como su gusto nos recordarán al fiambre. Hacer tu propio jamón casero te brinda la satisfacción de saber exactamente lo que estás comiendo y evitar consumir ciertos conservantes innecesarios presentes en la mayoría de las etiquetas.

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