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El sencillo truco para que el queso no se estropee: Así debes conservarlo dependiendo de su variedad
A la gran mayoría de personas les gusta el queso ya sea solo, acompañando algún plato, en pizzas. Y es que existe una gran variedad de quesos para todos los gustos. Este alimento está siempre presente en nuestra nevera, pero por desgracia no tarda en echarse a perder. Con estos consejos, y dependiendo de su variedad, lo conservarás como el primer día.
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España cuenta con una gran variedad de ganaderías lecheras y, por ende, una variada oferta de tipos de queso. Los más famosos pueden ser los manchegos, el de Mahón, los de Galicia o Castilla y León… No queremos dejarnos a ninguna región y es que, en definitiva, los quesos son uno de los principales alimentos de nuestra gastronomía y el que está más presente en nuestra cesta de la compra gracias a la amplia variedad de quesos.
En nuestra nevera siempre está presente ya sea en cuña, en taquitos, rallado… Para gustos los colores y el paladar, pero lo que sí nos sucede a todo el mundo es que se echa a perder en cuestión de días. Por ello, debemos saber cómo conservarlos. Con estos consejos, y dependiendo de su variedad, lo conservarás como el primer día.
Comenzamos con el queso fresco, uno de los más habituales en los hogares. Esta variedad siempre deberá guardarse en la nevera. No sólo eso, sino que debido a que aguanta muy poco en buen estado, deberemos comerlo a los pocos días de su compra. Es fácil de identificar si está en mal estado debido a la presencia de moho o gracias a su color amarillento. Si eres aficionado a este queso, mejor que lo degustes rápido.
Llegamos al queso gouda. Este, con suerte, puede aguantar más que el queso fresco, hasta tres semanas en la nevera. Si quieres que te dure un poco más, siempre puedes introducirlo en una bolsa de plástico una vez abierto. Y si prefieres guardarte este queso para el mes siguiente, congelarlo puede ser una buena opción para extender su utilidad hasta dos meses.
Terminamos con otros clásicos: manchego, parmesano, cheddar o emmental, todos pertenecientes a la variedad queso de pasta dura. Si el envase no ha sido abierto, pueden aguantar una media de entre dos a cuatro meses en la nevera; seis semanas si éste ya se ha abierto. Para conservarlo en perfectas condiciones nunca utilices el film transparente. Es el método más común, pero también el menos recomendable ya que no transpira. En su caso optaremos por el papel de hornear.
Con estos trucos podrás saborear tus quesos favoritos por mucho más tiempo y, sobre todo, un ingrediente idóneo para todas tus recetas y variedad de platos.
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