AL RICO POSTRE
Siete postres ligeros sin horno para preparar en un plis plas
No hace falta renunciar al postre si queremos cuidarnos, sino simplemente apostar por propuestas ligeras y saludables y reducir un poco las porciones. Estas siete recetas sin horno, fáciles de hacer y resultonas a más no poder, nos permitirán disfrutar del postre sin que la báscula lo note.
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Atrás quedaron aquellas dietas restrictivas que nos obligaban a pesar hojas de lechuga al tiempo que restringían por completo cualquier placer gastronómico. Por fortuna, la nutrición moderna aboga por comer de forma variada y equilibrada, sin renunciar prácticamente a ningún alimento de los que consideramos sanos, pero modificando algunos hábitos estructurales. Así pues, para mantener un peso saludable no es necesario enfrentarnos a dietas durísimas e inaccesibles, sino simplemente apostar por el consumo prioritario de frutas, verduras y hortalizas, así como de legumbres y pescados, restringiendo el consumo de carnes rojas y eliminando el de carnes procesadas, refrescos azucarados y ultraprocesados en general.
Por tanto, si no concibes un ágape sin su postre y comerte una rodaja de melón o unas fresas a palo seco te parece una manera deprimente de acabar una comida, estos siete postres son ideales para que puedas darte un homenaje gastronómico en toda regla y liberar endorfinas. Y todo ello sin haberte pasado horas tras los fogones o haber tenido que batallar con el horno.
Polos
Si te pierden los helados y los polos, nada más refrescante cuando llega el buen tiempo que meterse entre pecho y espalda un polo de nuestra fruta favorita cuando acabamos de comer. Podemos prepararlos con cualquier fruta de temporada, y tenerlos siempre listos en el congelador para refrescarnos tras la comida a base de hielo y fruta fresca. Solo tenemos que congelar el zumo (podemos añadir una pizca de azúcar si la fruta nos parece muy amarga) o mezclarlo con un yogur natural y congelar la mezcla. Si en lugar de polos nos gustan los helados, también los podemos preparar en casa sin nata y sin azúcar, empleando leche o bebida vegetal.
Peras al vino
Este postre irresistible nos exigirá poco tiempo y apenas un cazo para calentar el vino junto al azúcar. Las peras al vino pueden consumirse templadas o frías según el gusto y la época del año, y además podemos preparar conservas para echar mano de ellas en cualquier momento. Para ello, lo ideal es aprovechar los meses en que están de temporada y preparar varios botes de esta conserva deliciosa. Es importante comerlas con moderación, ya que pese a que las peras son sanísimas se preparan con azúcar, de la que no debemos abusar.
Mousse de chocolate
Este postre que gusta a todo el mundo puede ser ligero si nos lo proponemos, pues podemos prepararlo apenas con chocolate negro, huevos y edulcorante. Basta con mezclar los ingredientes (unos 100 g de chocolate y tres huevos con las claras batidas a punto de nieve para conseguir la textura deseada) y dejar enfriar la mousse durante unas horas. Si no nos gustan los sabores amargos siempre podemos añadir una pizca de edulcorante, y decorar con unas rodajitas de kiwi o fresas. ¿Una idea? Prepara tu mousse en porciones individuales, en vasos pequeñitos (un vasito de cortado es perfecto), y así sabrás que estás disfrutando a tope sin cometer excesos.
Banana Split (tuneado)
Siempre es un buen momento para prepararte una versión tuneada del clásico banana split, perfecto para compartir entre dos y la mar de rico y saludable. Solo hay que partir por la mitad un plátano mediano, añadir unas cucharadas de yogur cremoso sin azúcar (el que es tipo skyr, que en realidad es un queso desnatado la mar de untuoso, es una gran opción), unos arándanos, unos frutos secos picados y unas virutas de chocolate. Si queremos acabar con una pizca de chocolate negro fundido por aquello de darle color, ya tendremos un postre resultón, divertido, nutritivo y riquísimo.
Manzanas asadas al microondas
No hace falta encender el horno para disfrutar de este postre que tiene fans acérrimas en todas partes. Probablemente la primera vez que las preparemos al microondas no nos salgan del todo bien, hasta que no tengamos controlados los tiempos de cocción, pero en cuanto pillemos el truco a la receta nos vamos a convertir en adictas. Más fácil imposible.
Brochetas de frutas variadas
No es lo mismo enfrentarte a una naranja entera que encontrártela junto a otras frutas en una apetecible brocheta multicolor. Siempre podemos cubrir la brocheta con una capa finita de chocolate negro derretido, para darle ese toque goloso sin que apenas se note a nivel calórico.
Crema de limón
La buena noticia es que la crema de limón no solo es deliciosa, sino que nos permite beneficiarnos de todos los nutrientes de esta fruta que contiene grandes cantidades de vitamina C y otros antioxidantes y protege y refuerza nuestro sistema inmunitario. La mala es que debemos desconfiar de todas aquellas recetas que nos venden cremas de limón sin azúcar, puesto que en la mayoría de casos estas quedan demasiado ácidas si no llevan una porción de azúcar o edulcorante, además de una cucharadita de mantequilla (mejor si es light). Como en el caso de la mousse de chocolate, lo ideal es preparar la crema de limón en vasitos de cortado y disfrutar de un bocado único, goloso y refrescante, después de comer.
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