Adopta hábitos saludables
¿Te vas en una semana de vacaciones? Aún puedes deshincharte un pelín
A ver, los milagros no existen, pero sí que, con la playa a 7 días vista, podemos hacer pequeñas modificaciones en nuestra dieta que nos ayuden a vernos mejor. Ojo, que lo inteligente es llevar buenos hábitos todo el año.
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Después de todo un año con las fechas de tus vacaciones marcada en rojo carmesí en el calendario, vas y, una semana antes, te deprimes al probarte el bikini/bañador/bermudas del año anterior. Pensaste en empezar la 'Operación Bikini' después de Semana Santa, al final se te fue el santo al cielo y ahora estás a una semana de pisar la playa con el marrón encima de que no sabes si te vas a ver bien o no. Pues tranqui, que te vamos a dar 10 consejitos para que nadie te relacione con la pelota de playa de Nivea. Eso sí, como siempre, lo ideal es seguir buenos hábitos todo el año y no esperar al último minuto. Como con los exámenes o los informes para el jefe, vaya.
El fin del alcohol. Son solo siete días, no te nos eches a llorar. Si no pruebas la cerveza o el vino (de combinados ya ni hablamos) durante esta semana clave, evitarás esas caloría extra que te pueden hacer llegar en peores condiciones a las vacaciones.
Cambiemos los desayunos. Sí, sí, ya sabemos que amas tu croissant o que no eres nadie sin tu napolitana de chocolate de todas las mañanas, peeeero ahora necesitamos que comas otras cosas. ¿Qué tal un yogur desnatado con copos de avena y un plátano?, ¿o un huevo revuelto con tomate natural? Si tomas alrededor de 250 calorías, estará muy bien.
Procura que todo sea integral. Según diversos estudios, las personas que toman cereales integrales suelen tener menos sobrepeso. Por eso, si eliges tomarlo en el desayuno o en forma de puñadito de arroz o de pasta, procura que no se trate de refinados.
A la hora de comer… ensaladas, pero nada de buscar aquellas que lleven pollo rebozado, bacon o aliños grasos. Vamos con una de cuscús y alubias, por ejemplo, a la que añadiremos cilantro, pepino, zumo de limón y una cucharadita de aceite. Las judías contienen fibra soluble, que es buena para ti. Si tomas entre 300 y 350 calorías, todo estará OK.
Una propuesta de cena. Lo primero que hay que tener en cuenta es que conviene adelantar la hora a la que habitualmente cenas para que tus digestiones sean más ligeras. Opciones de cena saludables pueden ser un trozo de salmón al horno con patata con su piel, acompañado de cebollitas de verano, brócoli y zanahorias. Pechuga de pollo cortada en trozos y salteada acompañada de verduritas es otra idea que también va perfectamente con nuestros objetivos. ¿La idea? No pasarnos de las 350-400 calorías.
Puedes picotear… fruta. Aprovecha la fruta de verano para olvidarte de comer bollería industrial o patatas fritas entre horas. Si puedes elige melón o sandía que, además, son ricas en agua.
Al empezar… pierdes más rápido. Ten en cuenta que estás cambiando tus hábitos de alimentación y que, en los primeros momentos, todo va a mucha más velocidad. No se trata de que, en caso de que esta fuera una dieta a largo plazo, perdieras dos kilos a la semana pero, en el inicio, el impacto sobre el cuerpo te llevará a perder un par de kilos rápidamente.
No te olvides de la leche… desnatada. Hay estudios que sostienen que los productos lácteos sin grasa ayudan a perder peso más rápidamente. Es posible que tenga que ver con que hacen desaparecer la grasa de la cintura gracias a la acción del calcio.
Actívate después de comer. De esta manera evitaremos que los gases se mantengan en el estómago. Un paseo corto puede ayudarnos a que la sensación de hinchazón desaparezca.
Haz un poquito de ejercicio. Todos estos consejos se complementan con hacer un poco de ejercicio aeróbico durante estos siete día. Lo importante es que nuestro corazón se active y respiremos con más rapidez. Lo ideal es una media hora diaria, aunque, si no somos capaces, podemos reordenarlo en periodos de 10 minutos.
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