Amalia de Holanda se pronuncia tras su estancia en Madrid y la protección de los reyes Felipe y Letizia: "Una época maravillosa"

A pesar de su juventud, Amalia de Holanda ha vivido momentos muy duros después de que la mafia pusiera el foco en ella y la amenazara. La heredera de la corona de Países Bajos de 20 años empezó sus estudios universitarios en su país, pero tuvo que refugiarse en España para huir del crimen organizado.

Es por ello que se le ha visto pasear por el Retiro o hablando perfectamente español -gracias en parte a los orígenes argentinos de su madre Máxima-. b como no podría haberlo hecho en su tierra gracias al programa de intercambio entre el Instituto de Empresa de Madrid y la Universidad de Ámsterdam.

Durante su estancia, ha estado arropada por los reyes Felipe y Letizia, quienes la concedieron La Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y que lució recientemente en la visita de los Reyes a su debut en una cena de gala en el Palacio Real de Ámsterdam.

Un gesto que revela las buenas relaciones entre ambas casas reales y que reflejó el propio rey Guillermo en su discurso, agradeciendo el manto protector de los Reyes en el peor momento de Amalia: "Fue una conmovedora prueba de amistad en un periodo difícil. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a sus majestades y a todos los que colaboraron en ese esfuerzo".

Ahora, ha sido la propia Amalia la que ha roto su silencio y se ha declarado enamorada de su época en España. Lo ha hecho para la televisión pública neerlandesa, NOS, con motivo del Día del Rey.

"Por circunstancias tuve que mudarme a Madrid y honestamente debo decir que fue una época maravillosa, que también hizo posible vivir aquí y estoy sumamente agradecida con todos los que lo hicieron posible y estoy feliz de estar de vuelta. De hecho, pude encontrar un poco más de libertad", dijo la heredera.

A Amalia todavía le queda un año para terminar sus estudios de Políticas, Psicología, Derecho y Economía en la Universidad de Ámsterdam, pero su futuro estará ligado al de Países Bajos a pesar de las amenazas de la mafia.

Íñigo Onieva y Nacho Palau se desplazan como voluntarios a la zona cero de Valencia: "Esto es un desastre, faltan manos"